NOTAS / TECNICAS
ESMALTES SIN PLOMO Por Julio Gómez / Mayo de 2010
En el mes de Mayo del año 2000, en el Nº 5 de la Revista Cerámica (en papel), publiqué un artículo titulado : "Esmaltes sin plomo - no alcalinos" en el cual se explicaban algunas cuestiones referidas a este tipo de esmaltes. En esa época ya tenía algo más de 30 años de experiencia profesional y había notado, desde mis comienzos, que la enseñanza de los esmaltes cerámicos para temperaturas hasta los 1100º C se basaba, invariablemente, en su clasificación como esmaltes plúmbicos (con plomo) y alcalinos, de acuerdo a mis observaciones esta clasificación no era representativa de los esmaltes que comenzaban a predominar en esos tiempos y que por diversas razones iban constituyendo mayoría en la producción industrial y en la oferta comercial, a escala mundial. Los esmaltes con plomo comenzaron a sufrir restricciones, y hasta prohibiciones, por su composición potencialmente tóxica y por su parte los alcalinos ocupaban un lugar secundario al ser utilizados solamente como aditivos y/o correctores de dilatación y ocasionalmente siguiendo alguna moda (efectos de craquelado).
Los esmaltes intermedios, a los que se me ocurrió denominar "Sin plomo - no alcalinos", fueron ocupando su lugar y sin duda hoy son los más importantes diferenciándose de los tradicionalmente llamados "alcalinos" por su menor contenido de óxidos alcalinos (sodio, potasio y litio) y por tener una dilatación térmica mucho más baja, y controlable, también con variaciones en las coloraciones y/o tonalidades obtenidas con el agregado de óxidos colorantes típicos. A partir de esta caracterización se me presentó el problema de determinar la cantidad, lo más aproximada posible, (expresada en %) de los óxidos alcalinos típicos que me permitiera clasificar, en forma diferencial, a los esmaltes sin plomo-no alcalinos de los netamente alcalinos, de inmediato me dí cuenta que esta tarea excedía mis posibilidades y para poder lograrlo decidí solicitar la colaboración de mi colega, y amigo, Daniel Adano, Ex-técnico del Laboratorio de investigación y desarrollo de la empresa Ferro Enamel Argentina quien me proporcionó la información necesaria como para poder establecer, con aceptable aproximación, que la cantidad de los óxidos de sodio, potasio y litio (no de cada uno sino la suma total que pudieran contener) era del 12 %, siendo este valor un límite intermedio. En la mayoría de las composiciones estudiadas un contenido menor a 12 % de óxidos alcalinos producía coloraciones netamente verdes con el óxido de cobre que viraban hacia el tono azul a medida que ese valor aumentaba y llegando hasta el color azul turquesa a partir de 15 o 16 %. Cuando aclaro que estos esmaltes eran la mayoría, y no todos, lo hago habiendo observado algunas excepciones producidas por la reacción con otros componentes presentes en formulaciones particulares.

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