NATURALEZA SUBLIMINAL

Gastón Cortés
El ceramista Gastón Cortés nos envía información de la muestra «Naturaleza Subliminal», exposición de cerámica, donde se podrán ver obras de:
Silvina Cavallaro @silvinacavallaro
Marina Rodriguez @mrceramica
Gaston Cortes @gastoncortes_
Javier Samaniego Garcia @javier.samaniego.g

Se inauguró el 15 de mayo de 2021, en Galería Botánica, en la ciudad de La Plata, Pcia de Buenos Aires, y estará hasta fines de Junio.

La presentación será con todos los protocolos vigentes por el municipio de la ciudad. El evento se desarrollará en la vereda de la tienda, al aire libre y con las distancias correspondientes. No se permitirá acceso sin barbijo, la Galería proveerá de puesto de higiene.Acceso máximo 2 personas.
La curaduría es del Equipo Galería Botánica, cuyo texto dice:

Todas las cosas que hay en la naturaleza son o cosas o acciones. Ahora bien, el bien y el mal no son cosas ni acciones. Luego el bien y el mal no existen en la naturaleza. Baruch Spinoza.
Podríamos aventurar que nada conocemos de la Naturaleza en sí, si no es a través de nuestra experiencia humana, de las ficciones y definiciones que hemos construido, de los métodos de acceso al conocimiento sobre el mundo natural y las interpretaciones que éstas han suscitado.
Describimos a la naturaleza como esa materia inerte, generada como parte de procesos sin la intervención humana, y que se extiende desde el mundo subatómico al galáctico. La naturaleza también se encuentra diferenciada de lo sobrenatural, o de cualquier orden moral que detente lo humano. No hay bien, no hay mal.
El concepto de naturaleza como un todo —el universo físico— es reciente, y adquirió un uso más amplio con el desarrollo del método científico moderno en los últimos siglos, respondiendo a una nueva ficción consagrada.
La ciencia atraviesa a la Naturaleza, y la escala se vuelve humana y asequible.
La observación directa de naturalistas y los estudios científicos extendidos desde la modernidad, han construido andamios, por los cual nos desplazamos, y arriesgamos hipótesis y conjeturas.
Domesticamos parte de la naturaleza en función de nuestra civilizatoria necesidad de control y expoliación. Ataviamos de un valor ritual a parte de ella, o buscamos la redención en su cuidado o conservación.
Aquí aparecen Guardianes, que envestidos en mutaciones modulares, nos presentan las formas del orden, more geométrico, con el cual se construye el mundo natural fuera de las reglas humanas.
Ejercicio de reconocimiento y reinterpretación de patrones de crecimiento de organismos, nos trae recuerdos de la fascinación naturalista de Ernst Haeckel, apelando al paisaje submarino o subatómico.
La materia oscura, aquella que no interacciona con el campo electromagnético, la cual no podemos ver, ni es absorbida por los materiales, tampoco es reflejada. Sabemos que existe porque la astrofísica y la cosmología dan cuenta de ella, incluso es necesaria para explicar la rotación de los objetos en las galaxias. Materia oscura, que salpica de pistas en forma de lazos, hojas y flores, deja la misma estela de incertidumbre y extrañeza de lo intangible. Escenas de misterio que relatan entre aristas, secretos insondables. Jardines, donde lo vivo e interfecto se amalgaman.
El orden natural se repite, no aquel que construyo la humanidad sino el de los ciclos biológicos, el de los panales de abejas o el crecimiento de los cristales.
La muerte entra en la ecuación.
“Flor viviente” o Ikebana, ofrendas para embellecer la escena de la muerte y elevar el alma. Al igual que en el mundo natural, cada elemento del ikebana tiene una función, el largo, la inclinación o curvatura específica. La pieza total compone una serie de trayectorias capaces de salir del objeto y dibujar el vacío. Otras orbitas posibles.
Las formas embarradas con brillos, agujeros, heridas, ulceras, tumores y protuberancias, nos devuelven la materia viva de lo que estamos hechos. Invocan una escala infinitamente más chica que una célula.
Al igual que en ese jardín perdido que pinto Bosch, el juego con el humor y el asco de la carne, nos devuelve anos largando sustancias y elementos rosa, negros, en bronce, manchados de rojo, con picos, enrosques, pinches y formas dentadas. Frágiles y al borde del desequilibrio.
En estos tiempos las entrañas nos estallan. Y crece la necesidad de trabajar la muerte desde la mediumnidad.
El aislamiento de la civilización, la sobre estimulación desde la información sobre las miles de bajas diarias en el mundo y la necesidad siempre presente de homenajear la muerte.
La cultura global ha logrado sintetizar iconográficamente a la muerte, no solo como un hecho natural dentro de los ciclos biológicos, en tanto organismos vivos, sino como estereotipo.
Pensar en la multiplicación orgánica de calaveras ilustradas, al igual que la mecanobiología celular y molecular del tejido óseo, dispuestas como un ejercicio estético, nos participa de diálogos y relatos breves que se construyen entre sí.
Un soporte donde se presenta la pulsión, la malformación, la psicopatía. El humor negro de la Naturaleza.
La Naturaleza Subliminal.
Juan Bruto -Naturaleza Subliminal – Galería Botánica –Mayo 2021