«Un cuento en porcelana» por Vero Horak

Desde el 7 de marzo hasta el 28 de abril de 2025 se expone la muestra «Un cuento en porcelana» por Vero Horak en el espacio Ventana Rodney ubicado en Rodney 354, CABA. La curaduría estuvo a cargo de Lucía Kuschnir

Un Cuento en porcelana “Haciendo referencia a las cosas”
Mi nombre es Vero Horak. Nací en 1962. Soy ceramista alfarera. Me encanta descubrir cómo están hechas las cosas y, en muchos casos, soy autodidacta. Me dedico a la cerámica desde hace veinte años haciendo y enseñando y formo parte del grupo de gente que ama poder transmitir el conocimiento.
Recientemente, inauguré “Un cuento en porcelana” curado por Lucía Kuschnir en Ventana
Rodney (Rodney 354) una muestra que dirige la artista y ceramista Gabriela Berutti. La obra es una reversión, realizada en porcelana, de la escena del té del cuento “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll.
Descubrí a Alicia de pequeña por un inmenso libro en francés. No leía esa lengua así que llegué a la historia a través de imágenes que me producían simultáneamente, terror y fascinación. Una nena corre a un conejo y se mete dentro de un árbol; un gato con una cara siniestra que aparecía y desaparecía en diversas páginas; unos pájaros de cabeza agarrados por las patas que luego supe que eran palos de criquet; unas cartas de póker con patas y cabezas; una señora con cara terrorífica que gritaba desesperadamente: la reina. Todas esas escenas quedaron grabadas de alguna manera. Ahora me pregunto: cómo se entiende un mundo a través de las imágenes, cómo miramos imágenes, cómo convive la realidad con la ficción y cómo narrar una historia no lineal, con magia y con contradicciones.
“Un cuento en porcelana” consiste en una mesa de plano inclinado desbordada por tazas, platos, jarrones y diferentes elementos propios de la alfarería apilados sin ningún orden aparente. En la cabecera, sobre un banquito que parece de otro planeta se encuentra sentada Alicia. Algunos eventos de magia y sorpresa suceden en la vereda y otros quedarán atrapados del otro lado del vidrio en una instalación que sugiere pero no concluye.
Tomo este cuento porque entiendo que replica algunas cuestiones del hacer del ceramista. La producción cerámica siempre supone, poner, agregar, sacar, quitar, devastar. La obra retoma la idea de tiempo, de espacio, de la cantidad que se produce, de lo que no se usa, de lo que se abandona, del juego, de la práctica, de la técnica y del disfrute de lo mismo pero distinto.
También, tomo el cuento de Carroll porque da espacio a la magia, a la contradicción, a lo
imposible.
Hacer Alicia hoy es permitir lo imposible como resistencia. En el libro original Carroll tiene dos frases que me hacen eco constantemente y que además creo que son muy muy actuales:
«¿Cuánto tiempo es para siempre? A veces, solo un segundo.” Y «El único modo de lograr lo
imposible, es convenciéndose de que sí es posible.”. Espero que Alicia acompañe o despierte a aquellos transeúntes que están despistados y de pronto confirman que otra realidad es posible.

Fotografía @giova_dm73