Yuly Olivares, más conocida como Pájaro Árbol, es otra de las participantes de este BARRO CALCHAQUI.
Nació en Santiago de Chile, y llega al territorio de islas del Delta de Buenos Aires en el año 2017, transitando un camino de madre, terapeuta holística, ceramista, narradora, cantora y actual estudiante de la Licenciatura en música autóctona en la Universidad Tres de Febrero. Dedica su vida cotidiana, maternal y profesional al oficio cerámico. Tras 15 años de investigación y profunda búsqueda por conectar con sus raíces originarias se ve entramada en manifestaciones espirituales y artísticas, rescatando las sonoridades y construcciones de seres sonoros, como también el oficio de ser ollera. Es así como profundiza en las culturas madres de Abya-yala.
Realiza talleres, seminarios, acompañamientos y narraciones a través de cuentos de origen multicultural con la cerámica en espacios de educación pública, autogestiva y particulares, recibiendo a personas en su casa-taller semanalmente en islas del delta.
En el Barro Calchaquí dictó un taller de silbatos para niñes de cuerpo y alma donde se pudo abordar la escucha del territorio y conexión con el mismo.
Sobre su sentir en este evento, nos comparte:
“Postulé al Barro Calchaquí con una certeza en el corazón, tras años de quietud sentía el llamado de la tierra de movilizar el mundo interno que vamos creando en nuestros talleres para poder acariciar juntes el barro y el territorio que nos recibe en este caso. Ame profundamente ver y compartir con seres que sienten la misma pasión y llamado a la tierra, donde la transmisión tanto individual como colectiva nos proporciona un lenguaje discursivo para fomentar estos espacios de vinculación tanto del milenario oficio como con las personas, acariciando historias de barro. Celebrar como concepto principal de este encuentro fue y sigue siendo para mí un viaje de ida, donde todo lo que sembramos vuelve a la tierra en obras de amor resignificando su extracción y existencia. Donde los vínculos allí paridos los entrama la tierra misma para verlos brotar en los rostros y las creaciones de quienes vuelven a sonreír acariciando el barro.”