EL TALLER DE CERÁMICA DEL DIVINO ROSTRO

por Graciela Scocco / 08.2014

La Escuela-taller que creó el “Taller de cerámica del Divino Rostro”

Nos retrotraeremos a un siglo atrás para recordar a uno de los primeros talleres de cerámica de nuestro país, creado y dirigido por Angiolina Astengo de Mitre, el cual tuvo el privilegio de formar a nuestras primeras mujeres ceramistas.

La fundación de la Escuela-taller del Divino Rostro se concretó en el año 1914 y comenzó a funcionar apenas se terminaron las aulas y talleres. Poco a poco se fue completando el mobiliario y se adquirieron los elementos necesarios para los talleres. Recién en el mes de septiembre de ese año se le otorgó la personería jurídica bajo la denominación “Asociación de la Imagen del Divino Rostro” mediante un decreto que legitimó su funcionamiento como Escuela Taller.

Se inauguró y bendijo la capilla y escuela el 15 de julio de 1915.
Esta escuela estuvo destinada a la educación y formación de niñas de hogares con pocos recursos. Por la mañana se dictaban los primeros cuatro años de la escuela primaria con los programas de estudio de esa época y por la tarde, las niñas asistían a los talleres. En 1931 se logró ampliar el número de grados y se pudo cumplir con los siete años de la escuela primaria.

La inauguración de la capilla se comentó en el diario La Nación, quien en su nota del 25 de abril “Donaciones de la Capilla del Divino Rostro”, preanuncia ese acontecimiento y da una idea de la envergadura de esa obra y de las características del edificio.

«…En las calles Chubut y Campichuelo junto al parque Centenario, yérguese apenas terminado, un edificio cuya extraña arquitectura denuncia a primera vista la mano y el criterio utilitario de un ingeniero, hondamente preocupado por el difícil problema de aprovechar lo mejor posible un terreno de corte sui generis adaptándolo a las necesidades de una escuela modelo.
En el centro de esa construcción de plan tan original se levanta una cúpula que abriga, si es que por si sola no constituye, una capilla hacia la cual convergen todos los corredores de la casa. En esa capilla, por fin, hace unos cuantos meses que trabaja afanosamente un pintor de Turín, el profesor C.A. Ferrari, encargado por la sociedad del Divino Rostro (a quien pertenece el edificio) de decorar ese nuevo templo que en breve debe abrir sus puertas al público”.
[…]

Meses después en otra información “Capilla y escuela del Divino Rostro. Su inauguración”, aparecida el 15 de julio , se comunica sobre la importancia y hermosa decoración de los murales de la capilla, fruto del trabajo desinteresado del pintor César Augusto Ferrari. Se describen las escenas narradas en los muros de la capilla y la excelencia artística de las mismas ilustrandose la nota con dos fotografías. En la primera se muestra una vista del flamante edificio y en la segunda aparece una toma del interior de la capilla con su decoración realizada en grisalla.
Se informa además sobre los detalles de la inauguración que se realizaría ese día.

«…Terminada las obras y decoraciones interiores de la escuela y capilla que la Asociación del Divino Rostro, presidida por Da. Angiolina A. de Mitre, ha hecho construir en el cruce de las calles Chubut y Campichuelo, junto al parque Centenario, el metropolitano de Buenos Aires procederá hoy a las 3 de la tarde a bendecir el nuevo edificio (…)”.

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