IM KYONG WOO : El legado de un maestro

Im Kyong Woo

Desde el 11 al 23 de noviembre de 2024, se presenta la muestra «IM KYONG WOO» en el Espacio Hornos sin Fronteras, ubicado en Constitución 2229,CABA, en la que cantidad de artistas homenajean al maestro intervienendo y co creando sus piezas.

PARTICIPAN:
Fernando Martin @enacer17
Marcelo Mainardi  @mfmainardi
María José Jara  @majo._._._
Sergio Antenone  @sergioantenone
Marcela Romano  @marcelafabianaromano
Gloria Rodriguez @cergloriarodriguez
Priscila Fragata @priafragata
Teresita Capurro @capurroteresita
Alejandra Jones @alejonesceramica
Emilio Villafañe @villafaneemilio 
Fernanda Castro @mariafernanda.castro_
Mario Dominguez @mariodominguez_mado
Verónica Kuwota @kuwota.mado
Osvaldo Fuentes  @osval_fuentes 

Guillermo Mañe @guillermo.mane
Marcelo Loreto @marcelogustavoloreto
Rosana Guardia @rosanaguardia19
Elizabeth Clemente
Alejandra Destefano @alejandra.destefano.9 
Alejandrina Cappadoro @alejandrinacappadoro
Jana Puig @janapuigobra
Nicolás Simon díaz @nicolassimondiazceramica
Julia Balo @julia_balo
Gabriel Komerovsky @gabyko_ceramicas
Verónica Dillon @veronica.dillon.31
Ana María Divito @divitoanamaria
Marta Midaglia @martamidaglia
Angélica Jaime @mariangelicajaime
Eva Hernandez @eva.hernandez1
Graciela Favot  @gra_favot
Carlos Jordán @karlos.jordan
Cuini Chappero @cuini_chiappero
Florencia Melo @flori_melo
Rodrigo Flores @rodrigosebastianflora828
Ana Benencia Gabriela Fernandez  @gabrielafernandezcid
Belén Gómez  @nena.ceramica
Juan Pache https://www.facebook.com/juan.pache.71
Marta N. Vostrouski
Pablo Ruiz @gentedebarro.pabloruiz
Juan Carlos Lerra
Julio Cando  @julioccando
Pamela Palavecino  @l.pame.palavecino
Gabriel Sciancalepore
Matías Fernandez Broda  @matyfebro
Claudia Cambours @claudiacambours
Iris Tavio  @iristavio.ceramica
Luciano Polveriagiani  @luciano_polverigiani
Jaly Vazquez @vazquezjaly
Marta Harispe  @martaharispe
Lorena Camara  @lorena.camara.52
Jorge Dittler  @dittlerjorge
Lucas Cebrian  @cebrianlucas
Leandro Niro  @leandroniro
Belen Alonso  @mbelenalonsoceramica
Daniel Vargas @vargasdaniel87
Javier Wijnats  @javier_wijnants
Elena Elizalde  @elenaelizalde50
Silvia Carbone  @_silviacarbone 
Andrea Lallana @andrealallana
Barbara Smith

Im Kyong Woo

«Im Kyong Woo fue un ceramista nacido en Corea del Sur y llegado a la Argentina en 1976. Su trabajo en el campo de la cerámica dejó un sello en la historia de esta disciplina, convirtiéndose en un nexo fundamental en la convergencia de ambas culturas. Trajo a nuestro país técnicas y conocimientos de la cerámica oriental y marcó una tendencia a través del ejercicio de una línea de trabajo anclada en la importancia del conocimiento profundo de los materiales.
Durante 10 años ejerció la docencia y la práctica ceramista en San Pablo, Brasil, pero en el año 1986 volvió a Argentina, donde profundizó aún más en el desarrollo de técnicas orientales enriquecidas por su investigación profesional. Se destacó por sus trabajos en hornos Anagama y Noborigama, y brindó sus enseñanzas en las escuelas de Avellaneda, Lomas de Zamora, Berazategui, así como también en la universidad de Córdoba y La Plata.
En conmemoración a su trabajo y al aporte en el hacer cerámico, se inauguró el 8 de Noviembre de 2024 en el espacio Hornos Sin Fronteras, una muestra de su legado en la que participarán más de 50 artistas que se formaron en sus clases. En este encuentro, se busca rememorar sus enseñanzas, a través de la exposición de piezas realizadas por el maestro y finalizadas de manera colaborativa por los artistas.»
Noelia Carolina Gómez

 

 

 

IMpresionante Homenaje a Im Kyong Woo. Por Marcela Romano
Lo que quisiera que recordáramos de Im Kyong Woo.
Por bastante tiempo creí de Im es era una persona excéntrica, obsesiva, y, de cierta manera, poco esforzada; ya que entendía que después de tantos años de vivir en la Argentina y no hablar ni escribir en español eran falta de interés.
Pero todo esto empezó a cambiar cuando tuve que empezar a hacer cosas con él, y compartiendo tareas fui conociendo al otro Im.
Para empezar, quiero contarles que IM era su apellido, y su nombre KYONG WOO.
Para que puedan entenderme mejor voy a personificarlo en una geoda, por fuera parece una roca simple y lisa, pero quién pudo descubrir su interior encuentró dentro una riqueza enorme con increíbles colores, brillos y aristas.
Compartiendo trabajos, viajes y tiempo es como descubrí a una persona de una enorme humildad, no importaba el alimento, no importaba la ropa, no importaba el dinero, casi no necesitaba nada, su cuaderno y su tableta para tomar fotos. Si a un viaje se presentaba con una valija era porque había que llevar quemadores, esmaltes y minio; años después yo viajaba en micro con “la valija” para no tener problemas con el “contenido” en los aeropuertos; ¡¡¡qué años tan hermosos!!!!!
Una persona con una impresionante capacidad de trabajo (casi hasta el desmayo diría), una profunda concentración y una perseverancia que por momentos me hacían pensarlo más que como perseverancia como una obsesión.
Una persona tan generosa con sus conocimientos que podía transformar cualquier café en un aula para que cualquiera pudiera tomar apuntes.
También tenía una espontaneidad que muchas veces nos volvía locos a muchos, llegando a cualquier lugar en cualquier momento, sin aviso ni plan de trabajo. Pero también nos ayudaba a solucionar cuestiones en el momento perfecto.
Una persona con una enorme y silenciosa historia sobre sus hombros. Pero una historia que nos habla en cada pieza de su amada Corea, su cultura y su gente. Nos habla de los países y luchas que tuvo que atravesar para llevar adelante a su familia. Nos habla de los hornos que llevaron tantas y tantas horas de sus pensamientos; los Noborigama que nunca pudo aplicar por estos rincones del mundo, pero que siempre dibujaba, los Anagama que sí logro hacer varios con gran maestría, como el que atesora la Escuela de Cerámica de Lomas de Zamora y los de su creación, los Rakugama, ingeniosos, prácticos y eficientes, una joya. Una historia que nos habla de su apasionado amor por la “greda”; esa greda que se rendía una y otra vez sobre un torno ante sus dedos muy finos y poderosos; capaces de transformar en minutos diez quilos de pasta en una interminable hilera de hermosas piezas. Piezas como las que hoy fuimos convocados a intervenir para que no quedaran quietas por siempre en el estante de un taller.
Por último, quiero destacar su encuentro con el color de estos últimos años Aparecieron pigmentos y óxidos para colorear los esmaltes, para encender de colorido sus obras. Y cuando la pandemia no le permitió ir a trabajar al taller hizo uso de cuanto material tuvo a mano para pintar con un colorido explosivo, impensado en aquel maestro coreano que había conocido muchos años atrás.
Yo, agradecida a la vida de haber podido conocerlo y de haber aprendido tanto.
Agradecida de que aun no estando físicamente haya tenido esta última oportunidad de trabajar con él.

 Mi nombre es Adolfo Valenzuela “Fito”, Soy discípulo del Maestro KYong Woo Im desde el año 2012 cuando nos conocimos. En esa oportunidad dio comienzo un curso de fabricación de pastas, esmaltes y hornos en Gonzalez Catán que duraba seis meses en la casa-taller de la ceramista Gabriela Fernandez. Este curso se basaba en hornos a gas y leña, fuegos que apasionaban al Maestro.
Como el espíritu del grupo como el del maestro fue desbordante, él mismo nos propuso seguir trabajando juntos cosa que duró más de un año. Período maravilloso, en el que conformamos el grupo “Caminos de fuego” bautizados y nombrados por Él.  Me adopta como discípulo ayudante y colaborador directo para hornear las 500 piezas que iba construyendo para participar en el Salón Nacional de Cerámica 2014, el que gana presentando 64 piezas de las 500 realizadas. Tuve la oportunidad de ser testigo de momentos donde la creación, la pasión y toda su inspiración eran recurrentes durante más de cuatro meses.  Se utilizó aquel horno al que llamaba “Piramidal” armado y desmontado para cada una de las horneadas de 1280º. El maestro esmaltó sus piezas con cenizas y sal (de cocina)
Todo el tiempo recibí su enseñanza desde la práctica con poca comunicación verbal. Que a pesar del poco intercambio idiomático lo que pude aprender un sin fin de conocimientos, rutinas, quehaceres y sobre todo el espíritu de seguir siempre investigando.
Hoy trabajo con pastas que elaboro yo con arcillas locales. Me impulso a esta elección y yo seguí utilizando sus fórmulas.
En el año 2019 comenzamos la construcción de un horno Anagama en el taller que habíamos comenzado a compartir en Cañuelas hacía ya un año. Al horno lo terminamos el 18 de marzo del 2020 justo antes de la pandemia que nos separó por casi dos años. Igualmente como anécdota y mostrando una actitud que lo caracterizaba, apareció 5 días después de que se decretó el aislamiento en casa para probar el horno. 
Im fue un antes y un después en mi vida.  Fue realmente un MAESTRO que me invita a seguir el camino de la cerámica.
Adolfo Valenzuela, Fito.

 

 

Se agradece la colaboración de Cecilia Nadezyk, Marcela Romano, Noelia C. Gómez y Adolfo Valenzuela «Fito» y todes les que participaron para la organización de esta nota.