Consideraciones
En abril de 2011 mi libro titulado “Falsa Información” cumplirá 6 años desde su publicación. Su suerte ha sido muy diversa y en general a contramano de mis expectativas, sin embargo su contenido nunca ha sido refutado, ni siquiera discutido.
Lo que ha sido objetado es su intención, y su estilo, a pesar de que en el mismo libro ambas cosas están perfectamente explicadas y fundamentadas. Es evidente que su mensaje ha tocado algunos intereses más allá del de los autores cuestionados.
Lo decepcionante, al menos para mí, es el hecho de no haber generado debate ya que esto hubiera sido muy bueno para complementar la eficacia del texto. Pero, desde mi punto de vista, el déficit más lamentable es la escasa repercusión que ha tenido en las escuelas, especialmente las oficiales, donde directivos y profesores no han tenido la más mínima inquietud en aprovechar la información publicada para iniciar una revisión del contenido de sus programas de estudio, discusión mediante, que le podría dar algún sentido a la concurrencia de los alumnos a sus escuelas.
Espero sirvan estas consideraciones como introducción a una serie de notas, seleccionadas de Falsa información, que iremos publicando a partir de hoy.
“FALSA INFORMACION” por Julio Gómez
Durante el aprendizaje teórico, y a veces también práctico, los estudiantes de cerámica se encuentran muchas veces con el problema que se me ocurrió llamar “falsa información”.
En los primeros años de mi formación profesional fui varias veces “víctima” de esa falsa Información. Al no tener los conocimientos necesarios para poder evaluarla, el estudiante o aficionado está siempre expuesto a asimilarla y existe, generalmente, la actitud de confiar enella porque está escrita en algún libro o revista (lo cual en la práctica no es ninguna garantía) o porque es transmitida por alguna persona que parece confiable.
Esa falsa información, recibida durante el período de aprendizaje de la cerámica, se traduce en algún momento en problemas que entorpecen la tarea del estudiante y/o aficionado y terminan, indefectiblemente, en decepciones y frustraciones.
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