CERAMISATA

por Julio Gómez - 08/2013

En el año 1999, en el Nº 1 de la Revista Cerámica (En papel), se publicó un relato titulado «Arcilloesclerosis» basado en una experiencia personal que a esta altura de mi vida preferiría no recordar. Este relato provocó una variedad de reacciones entre los lectores y muchos de ellos se comunicaron para transmitirme sus opiniones y/o comentarios, de esta manera se generó un conjunto de experiencias y anécdotas, algunas risueñas y otras todo lo contrario y durante algún tiempo seguí recibiendo bastantes de estos mensajes algunos de los cuales fueron publicados en sucesivos relatos. Pero, como todas las cosas,  con el paso del tiempo este intercambio se fue diluyendo y por mi parte ya lo tenía casi olvidado hasta que recibí un mail de una lectora quién al comentarme su problema colocó este tema en el centro de mi memoria. Esta señora, entusiasta ceramista, me comentó que era víctima de un problema familiar, originado en los típicos intereses económicos, y que sus herederos le habían entablado un juicio,  por insanía mental, que trababa su libre decisión en cuanto al testamento que estaba gestionando. El abogado a cargo de la redacción del mismo se había aliado a los herederos y con la complicidad de un reconocido médico psiquiátra la habían declarado mentalmente insana, con avanzado estado de «Ceramisata» (sic) y de esta manera ya no podía disponer libremente de sus bienes. Al consultar con otro abogado este le dijo que podía recusar dicha imputación por que el término «Ceramisata» no era reconocido por el Concejo Nacional de Psiquiatría y eso invalidaba el procedimiento iniciado, eso fue lo que hicieron y el abogado de los herederos con el psiquíatra cómplice presentaron, como prueba excluyente, el relato «Arcilloesclerosis» (1) donde el término «Ceramisata» es utilizado para describir el estado mental producido por esta invalidante dolencia psicocerámica.
A raíz de estos incidentes jurídicos recibí una citación, como testigo calificado, para explicar lo que supiera al respecto. Cuando me comuniqué con esta señora me dijo que mi testimonio era su única esperanza de invalidar esta prueba y confiaba en la posibilidad de que yo declarara que el relato «Arcilloesclerosis» era solamente una ficción, le dije que lo pensaría antes de tomar una decisión.
Cuando se aproximaba la fecha de mi citación pasé momentos muy difíciles tratando de decidir si en mi testimonio confirmaba lo expresado en el relato o mentía con la intención de remediar esta injusta situación, finalmente todo eso ha sido superado y hoy estoy seguro que finalmente tomé la decisión correcta.

(1) En el sitio web de esta revista  www.revistaceramica.com.ar, en la sección Literarios/Relatos, se puede encontrar el relato «Arcilloesclerosis» y la serie subsiguiente que pueden servir de orientación para aquellos que todavía no lo han  leído.