Hace ya muchos años un ceramista amigo me comentó, entusiasmado, que durante sus últimas vacaciones había realizado un viaje por el Noroeste de nuestro país y al llegar a una pequeña localidad se encontró con una feria popular donde todos los feriantes ofrecían cerámicas, otras cosas no, esto le llamó mucho la atención y conversando con algunos feriantes se enteró que el lugar era un pueblo de ceramistas y en su recorrida pudo apreciar todo tipo de piezas, algunas industriales, otras artesanales y hasta de carácter artístico, todas de muy buena calidad, Ya era algo tarde y comenzaba a anochecer, los feriantes, presurosos, levantaban sus puestos y se retiraban en todas direcciones, mi amigo lamentó no haber visto todo lo que había y decidió volver al día siguiente para completar su recorrida, cuando llegó al lugar, a media mañana, pudo ver que no había nadie, preguntó por los feriantes y un vecino le dijo que solamente iban de vez en cuando y nunca se sabía cuándo, con mucha curiosidad le preguntó por qué lo hacían así y el vecino le explicó que no lo sabía por qué él no era ceramista, era peluquero, ya muy sorprendido se quedó en el pueblo un par de días más tratando de averiguar lo que pudiera de esta extraña situación, durante ese tiempo intentó visitar algunos talleres pero no se lo permitieron y se negaban a explicar sus razones, uno de los ceramistas, algo más locuaz, le mencionó algo relativo a un tema tabú y este tema que para algunos era una incógnita para otros era «mox pópuli», cuando se lo dijo , creyendo que había oído mal, le pidió que se lo repita más despacio y al hacerlo pudo confirmar que pronunciaba «mox pópuli», entonces le preguntó por el motivo y le dijo que a el le había pasado lo mismo hasta que alguien le explicó que «mox pópuli» era el nombre del tema tabú. Pero esta historia no quedó ahí y mi amigo me convenció que en las próximas vacaciones lo acompañara para compartir con él todas esas cosas que había vivido, finalmente acepté y llegado el momento hacia allá fuimos, después de un largo viaje llegamos al pueblo y con gran sorpresa encontramos el lugar abandonado y a nadie que nos pudiera explicar el motivo de esta situación..! Ya de regreso, a unos pocos kilómetros, vimos a un campesino y paramos para preguntarle si el sabía algo de los ceramistas y nos dijo que todos lo sabían, que era «mox pópuli»…
