LOS ESMALTES CERAMICOS Y LOS PRINCIPIANTES 

por Julio Gómez - 03/2009

Entre todos los temas que abordan los principiantes de la cerámica es el de los esmaltes cerámicos el que más interés despierta y parece lógico dado que se refiere a la última etapa de la elaboración de sus piezas dando lugar a la obra terminada. Pero lo que no es lógico es la desmedida expectativa que depositan en el conocimiento de su tecnología . Desde el año 1968 he tenido numerosas experiencias docentes y en casi todos los casos pude observar como se repite esta situación y tanto es así que ya hace bastante tiempo les pregunto a mis alumnos si su verdadero interés es el de convertirse en productores industriales de esmaltes cerámicos o simplemente necesitan poder esmaltar sus trabajos sin mayores dificultades. A partir de analizar ambas alternativas van descubriendo que su verdadera necesidad es adquirir un mínimo de oficio para poder aplicar los esmaltes básicos correctamente y aquí está el punto clave, si un recién iniciado en la cerámica aprende a aplicar, y luego hornear, un esmalte estándar, transparente y también uno blanco cubritivo ya tiene más de la mitad del aprendizaje resuelto. Todo lo demás, como oficio, se construye sobre esa base y tanto el empleo de esmaltes más complejos como su modificación y/o formulación necesitan de ese conocimiento inicial. Demás está aclarar que el oficio básico se desarrolla con la práctica reiterada y persistente y sobre esta base se puede, siempre pacientemente, llegar a la maestría.

CONSEJOS Y OTRAS CONSIDERACIONES.
Después de 40 años de experiencia en la cerámica puedo agregar a la anterior introducción algunos consejos, consideraciones y, ¿por qué no?, un poco de humor. Si en tu primera etapa de ceramista todavía no te sientes con confianza para esmaltar tus piezas no lo hagas, la pasta desnuda tambien tiene su encanto y no hay que estropearlo con un pobre esmaltado. Si has hecho esos vistosos cuencos como para servir sopa y tu pasta es muy porosa tampoco los esmaltes, eso si utiliza un mantel impermeable y si notas que han pasado algunos fideos o un poco de arroz debes aumentar unos 30 o 40 ° C la temperatura de bizcocho. En este tema de los esmaltes he podido observar dos clases de ceramistas novatos: los que todavía no saben esmaltar y los que ya esmaltan mal, pero, como siempre, hay excepciones y algunos fallan por mala suerte. También puedo comentarles que en la cerámica, como en cualquier otra actividad, existen los niños precoces y he visto a algunos de ellos que a los 4 o 5 años ya esmaltan tan mal como uno de 30, pero esta situación no debe preocupar a sus padres porque seguramente cuando el niño sea adulto se dedicará a cualquier otra cosa. De esta manera hemos podido apreciar que la edad no es un obstáculo para obtener un buen esmalte, generalmente el obstáculo son algunos profesores y he visto a muchas señoras ir perdiendo su ya escasa juventud en la busqueda del » esmalte filosofal » y en ese camino ir alimentando a los chupasangre de la enseñanza. Es por todo esto que los principiantes deben desconfiar cuando van a algun taller en busca de quien les enseñe los secretos de un buen esmalte y ya en la primera clase les proponen que se desnuden y se embadurnen con barro , con esto no quiero decir que este método no sea eficaz, todo lo contrario, pero hay que tener ¡un poco de dignidad! Y finalmente tendría que agregar algunos comentarios relativos a lo publicado, habitualmente, en libros y revistas pero ya lo hice a traves de mi propio libro y revistas y lo unico que he conseguido fueron algunos enemigos, pocos por suerte pero buenos. A todos ellos mi agradecimiento por su generoso aporte de » materia prima «. Espero que estos consejos les sean utiles a nuestros lectores y también, por qué no, a mis criticados.