El objetivo de esta reseña es recordar a la obra cerámica de Pablo Picasso, valorar su aporte a esta disciplina y difundir visualmente algunas piezas de este artista que posee el patrimonio de nuestro MNBA .
Camón Aznar, a mediados del siglo pasado, en su libros Picasso y el Cubismo” refiriéndose a la producción cerámica del artista afirmó: “Estas cerámicas son tan reveladoras de su inquietud, se adaptan de tal modo a su sensibilidad, que parece que toda la ruta anterior de Picasso ha sido la preparación de este fruto, el más logrado de su genio” . Este comentario que podríamos interpretarlo como una reflexión exagerada ante la genialidad de toda su producción artística, no sorprende a los ceramistas, porque consideramos que su cuantiosa obra cerámica, realizada en los últimos veinte años de su vida fue un aporte excepcional hacia el logro de la libertad creadora en esta disciplina.
Picasso no se dedicó a trabajar en arcilla hasta la edad de 66 años. Parece ser que los rudimentos del quehacer cerámico no estuvieron incluidos en su formación. Su aventura con la técnica comenzó una vez terminada la segunda guerra mundial y luego de visitar una alfarería en Vallauris , en el sur de Francia. (…)
