BARRO CALCHAQUI 2024

Del 15 al 20 de julio de 2024 se realizó el Encuentro de Ceramistas Latinoamericano BARRO CALCHAQUI. A continuación les compartimos una pequeña charla con Gastón Contreras, uno de los organizadores.

RC: ¿Qué nos podés contar del último Encuentro de ceramistas latinoamericano BARRO CALCHAQUI? ¿Qué número de edición fue la del 2024?

GC: El Barro Calchaquí comenzó en el 1994 y se realizó hasta el año 2000. Luego, con Juan Nadalino, retomamos la actividad en el 2010. Desde entonces hasta la actualidad, realizamos seis Encuentros en San Carlos. También los llevamos a cabo en Mendoza, Jujuy y Chubut. Además, desarrollamos uno en Cusco, Perú. Todos tienen que ver con la educación en territorios rurales, por eso hicimos un Barro Calchaquí para escuelas rurales de Los Cerros, en San Carlos. Esa es la razón por la que no le ponemos número a las ediciones. Para nosotros todo es una construcción, si no hubiésemos hecho el Barro Sureño, el Barro actual no hubiera sido el mismo, todo es una sumatoria…

RC: ¿Quiénes organizaban estos Encuentros anteriormente?

GC: El Barro Calchaquí surge como una idea de Rafael Bonorino y Martina Wannier, dos ceramistas de los Valles Calchaquíes. Martina es suiza pero vive en San Carlos hace 40 años y ya no se dedica a la cerámica. Rafael, en cambio, estuvo participando con nosotros en todo este evento, con actividades y con una presencia muy importante. Pero dejó de gestionar los Encuentros por cuestiones de la vida y lo retomamos nosotros. Con las herramientas de las redes sociales, Facebook, con email, con otra dinámica.

RC: ¿Cómo resultó este Encuentro?

GC: Increíble. Nosotros actualmente pensamos que el Barro Calchaquí es más que un encuentro, es un movimiento cultural. Vino mucha gente de distintos países, con altísimo nivel, compartiendo las formas de hacer, de pensar la cerámica, de transmitirla.
Todas las actividades que se hicieron fueron colectivas, participativas. La temática que elegimos este año fue “lo común, lo colectivo y lo público”. Todos los que vinieron pudieron hacer algo con la arcilla. Por ejemplo, hubo talleres de construcción de tazas de cerámica que ahora las vamos a donar a las escuelas rurales de San Carlos. De este modo, cada ceramista pudo «hacer”, con el sentido de lo colectivo. Por otro lado, hicimos una escultura colectiva, que va a quedar emplazada en un pueblo en el Cerro, que se llama Amblayo.  Además, hicimos dos murales de cerámica, uno ya está emplazado en homenaje a Joaquina Rueda (nuestra maestra ollera Sancarleña, que falleció hace unos meses) y otro en el club de fútbol social, cultural y deportivo, Libertad, que cumplió 100 años. 

RC: ¿Los acobardó la situación económica?

GC: Al comienzo nos acobardó porque la situación económica estaba muy difícil, todo muy caro. La realidad es que no sabíamos qué podía pasar… Si bien toda la capacidad hotelera de San Carlos estaba cubierta y las casas de familia también cubiertas, igual nos daba miedo. Lo logramos de manera solidaria, como hacemos siempre.  Le dimos espacio a los estudiantes para que se alojen en escuelas y también tuvimos lugares dónde podían almorzar de manera muy  económica. Finalmente, fue un éxito, participó muchísima gente, es complicado saber qué cantidad de personas, pero estuvo todo lleno, muy lindo. 

RC: En el Encuentro de este año tuvieron una carpa nueva, hermosa…

GC: ¡sí! En la plaza de San Carlos armamos una carpa abierta, beduina, de esas que se utilizan en el desierto, enorme, entraba un montón de gente. Realizamos todas las charlas ahí en la plaza, rodeados de los ceramistas trabajando, fue alucinante porque estaba todo muy integrado. Esa fue la novedad en este Barro, obra de Mariano Sivak , uno de nosotros. Desde el 2010 trabajábamos con Juan, los dos solos, haciendo toda esta movida. En esta última edición se sumó Mariano, un genio, él propuso la carpa, la trajo, armó, estuvo buenísimo.

RC:  Entonces, ahora los que trabajan son más …

GC: Claro, ahora que somos más, es más fácil. Estamos todo el tiempo pensando en la realidad latinoamericana dentro de la cerámica. A quien invitar, en qué lugar organizar un evento, etc. Antes, cuando la convocatoria era más chica, podíamos nosotros dos solos, pero ahora ya no se puede.

RC: y lo hacen con mucha pasión, porque de otra forma sería imposible…

GC: Por supuesto…en este Barro estuvieron Mariano Sivak en la logística y también participando y poniendo el cuerpo, María Inés Reverdito (Catamarca),  Lorena Cámara (Buenos Aires), Laura Kesztenbaum, Pedro Crispo, Gabriela Moleres y Candelaria (Puerto Madryn). El evento se organiza siete meses antes, desde diciembre, pero en el momento es cuándo más se necesita poner el cuerpo.  No estás sentado tomando mate en el pasto escuchando una charla, viendo a un ceramista crear. Hay que trabajar y es ahí donde se marca la diferencia.

RC: ¿Algo más que quieras remarcar?

GC:  Que yá considero al Encuentro Barro como un “movimiento cultural”, no tan sólo como un encuentro de cerámica, ya es más que eso. Somos parte de algo muy importante en Latinoamérica, vinculándonos con países, con referentes. De modo, que ya es más que un encuentro de cerámica, de hecho, el tema de hacer talleres ya quedó como en segundo plano, porque la idea es que nos podamos vincular a través de charlas, del participar, del pensar…

RC: … pensemos juntos ¿Cómo definiríamos un movimiento en diferencia a un Encuentro?

GC: La diferencia es el “compartir”. Yo creo que tenemos muchas cosas en común. Nos situamos en un mismo lugar.  Nos vinculamos y pensamos en la gente que hace cerámica en Ecuador, Brasil, Perú, Bolivia, Chile … desde nuestro «hacer», desde nuestro lugar.  Eso es lo que más me gusta, que nos estamos identificando entre nosotros como una red, hay ganas de trabajar con el otro, con la otra. Dejó de ser algo solamente de Argentina o del norte argentino, para ser algo más amplio.  Entonces, los maestros vienen y legitiman esta historia, comparten la experiencia de sus lugares.

RC: ¿Qué queda por mejorar, proyectar o sueños a cumplir?

GC: Creo que la cerámica «es un movimiento social”, un «hecho social», un movimiento que tenemos que seguir indagando, pensando. Del mismo modo que lo hablo con vos ahora, lo hablo todo el tiempo con mis compañeros. Pensando cómo tenemos que mejorar, hacer cerámica con nuestras características, con arcillas locales, con forma, impronta y estética propias. Seguir haciendo que el Barro Calchaquí sea un espacio para charlar y pensar.

RC: ¿Cuál fue el recuerdo más lindo de este Barro 2024?

GC: La emoción. Compartir el baile con la gente. Vinieron desde Buenos Aires nuestros queridos compañeros Bruno Arias, Verónica Condomi y Matías Betti a compartir su arte y brindar unos conciertos increíbles. La gente estaba bailando feliz, fue muy motivador cuando Bruno cantaba “Sólo le pido a Dios”.  También la emoción de la gente cuando le entregábamos el diploma, llorando, sensibilizados por la semana vivida. Mucha alegría.

RC: ¿Qué nos podés contar acerca del programa de radio, “ Historia del Viento de Arriba”?

GC: Realizo ese programa de radio hace 6 años y desde hace unos meses también le sumamos lo audiovisual. El mismo consiste en hablar con maestros y maestras de Latinoamérica. Por ejemplo, nos comunicamos con una comunidad wichí y hablamos directamente con la maestra. Ahora la idea del audiovisual, es ir a las comunidades o  visitar los talleres y mostrarlo como un vídeo. Este proyecto lo estamos haciendo con Isabella Johnston, ceramista de Salta, y con Pablo Garzón, realizador audiovisual de Salta.
(ver NOTA)

 

 

Invitame un café en cafecito.app