Desde el 13 de junio hasta el 29 de agosto 2024, se presenta «Humusidades, exposición y compostajes» (ver nota) en la que tres colectivos de artistas: Barro Local, Caudillas del Barro y Proyecto Visitantes.
· Caudillas del Barro, integrado por Tina Nuñez Caminos, Luciana Pirro y Susana Zapata.
· Barro local, integrado por Amarí Carla Gorbalán, Mercedes Friquet y Martín Medina.
· Proyecto Visitantes, integrado por Gabriela Hernández y Álvaro Martín.
La curaduría la realizaron Celeste Medrano y Eduardo Molinari.
Galería Pasaje 17 (Bartolomé Mitre 1559 – CABA).
Aquí les compartimos lo charlado con los artistas:
Caudillas del Barro
Colectivo integrado por Marisa Nuñez Caminos, Susana Raquel Zapata y Luciana Pirro. Artistas residentes en la ciudad de Victoria, Provincia de Entre Ríos. Escultoras, ceramistas, performers. También docentes y gestoras culturales. Mecheras del arte contemporáneo. Abordan cuestiones feministas, de géneros, indigenistas, ambientalistas, antirracistas. Fundadoras de la Escuelita de Perfo, espacio de exploración de prácticas performáticas e investigación en artes vitales y domésticas. Sus prácticas son trans(in)disciplinadas y en territorio.
Susana Zapata . «Soy profesora de Artes Visuales, nacida en la ciudad de Victoria, Provincia de Entre Ríos. Tengo especialidad en escultura, en cerámica y en performance. Para nosotras, las Caudillas del barro, el barro es nuestra otra piel. En esta obra que presentamos en Humusidades, las imágenes y los objetos tienen la energía para dinamizar en el observador, son vivencias estéticas. La imagen, es parte de una performance que se realizó en Benito Juárez, Provincia de Buenos Aires. En ese lugar trabajamos con lo que es el pisadero, armamos el pisadero. Y en otra foto, más pequeña, nosotros estamos metidas dentro de un pisadero real, de un pisadero de ladrillo.
Trabajamos, aparte de la arcilla, que es nuestra expansión, con otras materias. Por ejemplo en este caso, el barro de un ladrillero de la ciudad de Victoria. Es ahí donde se expande nuestro cuerpo, la materia es madre para nosotros, es sustancia en la arcilla, sale, resuena y se expande transformándolo todo en un fenómeno artístico que tratamos que sea comunicativo y por lo tanto social. Hay pensamiento, hay una exteriorización de una interiorización. Para nosotras “primero hay que ser para poder expandirnos”. La arcilla es parte nuestra.
En este compartir con otros colectivos, el pensamiento es el ingrediente mayor dentro del peso del arte. Como dijo Hegel, “cada obra es esencialmente una pregunta”. Une la interpelación a un hecho que resuena, una llamada a lo anónimo y a lo espiritual.
La manta que presentamos en la muestra es de otra performance que realizamos en la ciudad de Santa Fe, con un río muy seco, muy bajo, que nos interpela muchísimo. Siempre estamos trabajando por y para la naturaleza. Nuestros temas siempre son desde el feminismo, la naturaleza, el territorio, la discriminación. El pensamiento escrito queremos llevarlo a la obra, que la lectura sea directamente desde la obra.»
Luciana Pirro. «Soy docente en Artes Visuales. Susana y Marisa fueron mis profesoras y después empezamos a trabajar juntas. Me incorporaron recientemente como caudilla. Mi búsqueda y mi trabajo artístico van por el lado de la cerámica y de la gráfica. Me interesa siempre desdibujar los límites de las disciplinas. El año pasado cursé el posgrado de cerámica gráfica en Buenos Aires, con Graciela Olio. Para mí fue como un antes y un después en mi práctica, porque encontré la excusa perfecta para poder empezar a trabajar y a mezclar todo lo que ya venía haciendo de audaz. Ahora con más fundamento y profundidad. Soy de Buenos Aires, hace 20 años que vivo en Victoria, casi toda mi familia es de Entre Ríos, ya tengo un lazo muy fuerte con la provincia. Quizás de ahí viene mi búsqueda artística, me interesa trabajar la memoria del territorio, generar un vínculo y un diálogo con el territorio y con la materialidad. La cerámica y el barro, como lo trabajamos con las chicas, son sujetos con los que nos sentamos en ronda a charlar, nos contamos nuestras alegrías y nuestras miserias, cocemos nuestras heridas y las sanamos entre todas. La obra que llevé con las chicas a la galería es parte de un trabajo que estoy haciendo hace un tiempo, que son costras. Es un trabajo con una arcilla de una barranca que está cerca de mi taller, que es parte de un loteo privado donde no sólo se ha deforestado sino que se ha desmantelado todo lo que estaba, se ha arrasado absolutamente todo. Ha quedado una barranca que es una herida abierta dentro del territorio urbano de la ciudad, con la que entro en diálogo y conversamos. Parte de lo que llevé a la galería son costras de arcilla que revelan dependiendo de la voluntad del material, pisadas y huellas de otros tiempos.
Para mí es muy importante trabajar con las chicas, no sólo porque nos conocemos y conocemos nuestras trayectorias, sino porque las formas de vincularnos con las materialidades son distintas y sin embargo siempre se termina agrupando en un todo. Es muy hermoso lo que pasa cuando trabajamos juntas, muy potente. Aprendo muchísimo todo el tiempo. Trabajar la cerámica y el cuerpo, es expandir el oficio, tiene una potencia ilimitada, todo lo que podemos centrar en diálogo con el barro y en nuestro territorio es muy rico en ese sentido. Tenemos un río hermoso que nos atraviesa y es uno de los grandes pulmones de sostén, de vida, es parte de nosotros, de nuestra memoria, de lo que somos, y a dónde vamos.
La experiencia de HUMUSIDADES, es sumamente fértil en términos del concepto de la muestra. Trabajar con colectivos de otros territorios, poder hacer nuevas lecturas de las formas de ser y de estar en esta tierra, en este plano, de cómo nos relacionamos con las distintas materialidades que atraviesan nuestro quehacer diario. Ponernos en diálogo a nosotros, nuestras problemáticas, cómo abordamos las prácticas artísticas en general, cómo hay problemáticas que nos atraviesan y que nos son comunes, independientemente si estamos en el litoral o si están en el sur o en el conurbano bonaerense, que nos son afines, y cómo de todo eso podemos generar un sustrato fértil para hacer cosas que sean potentes, que sean fuertes, deseables y que resuenen en otros. Estoy sumamente agradecida a los curadores de la muestra y a la galería, por darnos el espacio, que podamos llevar nuestro territorio al centro de la capital. Es muy potente. Nuestro barro, nuestro pisadero, heridas de nuestra tierra, deforestada, hay todo como una poética muy fuerte llegar al centro del país con el territorio, con nuestra muestra en una valija, en una mochila y presentárselo a la gente, que lo conozcan y que se interioricen y que se agachen y que vean ese río seco, esas mantas que llevan historias de bajantes y de crecidas, banderas de pisaderos, de nuevos comienzos, heridas curadas del territorio. Es muy fuerte y hermoso que esté pasando. «
Marisa Nuñez Caminos. «Nací en Nogoyá y vivo en Victoria, Entre Ríos, y conformo el colectivo. Hace aproximadamente cuatro años que estamos sosteniéndolo con trabajos en el territorio. Nosotros nos denominamos las mecheras del arte contemporáneo justamente porque nos costó muchísimo como mujeres, madres, maestras de plástica, en una ciudad en donde no había muchas oportunidades, donde había una escuela de arte pero que no había estímulo para los artistas, no había espacios para exponer, entonces una se tiene que ir abriendo caminos, mecheando, para pertenecer a un lugar, para mandar obra a un salón, para exponer. Siempre las artes estuvieron ligada a un espacio de élite. La misma sociedad te expulsaba y te marginaba. Entonces, fuimos mecheando cosas, lugares, textos, obras, y así empezamos a trabajar nuestra imagen, a partir del mecheo. Por eso denominamos así nuestro trabajo, tiene que ver mucho con la materialidad barro y nuestro territorio que es el río, el barrio, el barro, la mujer, el intercambio de conocimiento con otros trabajadores también del barro, como los ladrilleros artesanales. Y trabajamos también en la temática feminista, indigenista, ecologista. A la muestra llevamos lo que estamos haciendo, un video performance y fotografías, que decidimos trabajarlas en otro soporte que no sea el papel, sino que sea una tela. También llevamos dos ríos, representados dos ríos, un río seco y un río inundado que se fusionaron ahí en la muestra con esas mantas que están en el piso, que también son parte de un trabajo que estuvimos haciendo en una bienal de cerámica en Benito Juárez. Tratamos de ir aprendiendo en este contexto que nos ha tocado a ser gestoras de nuestra propia obra también.
Porque somos Caudillas? se lo debemos a los «Campamentos Artísticos y Curatoriales» coordinados por Kekena Corvalan. La conocimos en el Chaco, después la seguimos por otros campamentos en donde el afecto, la unión, lo colectivo era lo primordial. Y visitando el museo de los caudillos en La Rioja, uno de nuestros compañeros artistas dijo » ustedes son las caudillas del barro”. La historia de los caudillos, que tenían un ideal, luchaban contra viento y marea por todo, eso es lo que hacemos nosotros con todos estos lenguajes que atravesamos, la cerámica, la escultura, lo textil, los objetos. Entonces nos autodenominamos las caudillas del barro. A partir de esa anécdota nos pareció hermoso porque Entre Ríos también es una tierra de caudillos. De modo, que somos las caudillas y vamos para adelante y hacemos lo que queremos, con respecto a los lenguajes también.
Y somos las mecheras del arte contemporáneo, también eso fue una frase que fue surgiendo entre nosotras. Porque íbamos mecheando en el sentido que nosotros robábamos cosas, imágenes, gestos, palabras de distintos curadores, de distintos textos, de distintas obras de arte. Y nos sentíamos mecheras porque tomábamos para pertenecer a un lugar que siempre fuimos negadas. Porque éramos mujeres, pobres, maestras de plástica, ¿cómo van a ser arte contemporáneo las maestras de plástica?. Y a partir de ahí, también de la mano de Kekena Corbalán, se editó un libro que se llama “Epistemología Mechera” junto con la curadora de esta muestra que es Celeste Medrano. Es un libro amoroso, hermoso, que cuenta un poco de qué se trata la epistemología mechera. Eso nos ayudó a creer en nosotras, que podíamos hacer arte contemporáneo, exponer en una galería y salir un poco de ese ahogo que hay en los pueblos chicos como Victoria, en Entre Ríos, la falta de oportunidades para Artistas visuales»
(*) Porque mechearle a estas artes? Porque nos despojan, se empeñan en educarnos para la mutilación de nuestra potencia creativa/creadora, nos hablan de los grandes genios, maestros, (varones ellos, blancos, cis, mujeres de elite o difuntos que fueron saqueados post morten) nos hablan del genio del arte, nos inoculan falta de capacidad. Nos expulsan así de la posibilidad de enunciar estéticamente, piéticamente, y claro, políticamente, nosotras de todas maneras, tan mañosos siempre, hacemos prácticas Artísticas situadas en los territorios, las que tienen la potencia de hacer brotar mundos posibles, esas que de tanto enredarse se tropiezan en los paisajes que habitan y allí en el suelo se embarran de todos los otros…» ( Epistemología Mechera.Ed Carinio. Kekena Corvalan- Celeste Medrano 2023)
Proyecto Visitantes
Articulado por les artistas, docentes y gestores Gabriela Hernández y Álvaro Martín, se trata de una “conspiración” nacida en el año 2018 en El Hoyo, Comarca Andina, Provincia de Chubut. Una comunidad de proyectos de gráfica expandida, experiencias editoriales y trabajo extra-terrestre en la naturaleza, que involucra a seres de diferentes planos, dimensiones y lugares en torno al intercambio de saberes y el apoyo mutuo.
Álvaro Martín. «Junto a Gabriela soy parte de “Proyecto Visitantes”. Vivimos en El Hoyo, que es una localidad en Chubut, al noroeste, en La Cordillera, cerca de El Bolsón, un pueblo que está creciendo lentamente.
Hay algo de nuestro trabajo de Visitantes que tiene que ver con la particularidad de ser un pueblo turístico que tiene una vida muy tranquila durante el año y en momentos de vacaciones, cambia su dinámica. En ese proceso de vivir y compartir con personas con otras particularidades, asociado a lo contracultural y demás, nos pareció que la palabra “visitante” se articulaba con varias cuestiones que tenían que ver con la idiosincrasia de esta zona y nuestra experiencia con eso. El proyecto básicamente tiene que ver con el trabajo al aire libre, haciendo caminatas, recorridos que propicien experiencias estéticas vinculadas al dibujo, a la escritura y a diferentes oficios, mediadas por las experiencias con nuestros entornos cercanos.
Asimismo, la propuesta que construimos para «Humusidades» tiene que ver con un trabajo que llevamos adelante, que son unas publicaciones, se llaman Visitas A. En este caso, Viridis Mortis es una publicación donde explorábamos, reflexionábamos, problematizamos sobre los imaginarios que construye la región patagónica. Uno de ellos tiene que ver con la transición entre la zona de bosque y meseta. Una zona que en los últimos años ha sido violentada fuertemente desde la campaña del desierto pero en los últimos años también con la plantación de pinos, el monocultivo de pino y muchas tensiones con las recuperaciones territoriales. Así que Viridis Mortis es un lugar que existe y que no existe a la vez y que existe también a partir de estos imaginarios que vamos construyendo. Sí, y un poco en la muestra lo que compartimos sería como un ingreso a ese posible sitio que es imaginario pero a la vez no, que es y no es. Y las piezas que hicimos y demás tienen que ver con esa territorialidad por un lado y por otro con poder rescatar algo de nuestro oficio que tiene que ver con el trabajo con las lanas, el trabajo con fibras naturales.
Las personas que puedan visitar la muestra o que puedan apreciar algo del registro van a ver piezas construídas con lana de esta zona. Además, van a poder apreciar un montaje de dibujos donde trabajó un poco esto de la sedimentación, las particularidades de esa tierra tan sensible que de a poco ha ido cargándose de tanto sentido. También algunos objetos como huesos o maderas que son recolectados en estas caminatas, propias de nuestra experiencia como colectivo o visitantes.»
Barro local
Colectivo integrado por Amarí Carla Gorbalán, Mercedes Friquet y Martín Medina.
Artistas de Buenos Aires unidos en 2017 con la intención de compartir saberes de la
tierra. Su práctica artística se pregunta y dialoga con el contexto que habitan, los
elementos materiales con los que trabajan y las relaciones que proponen y establecen
con la comunidad. A través de un accionar que incluye cerámica, fotografía, dibujo,
pintura, gráfica, instalaciones, performances, talleres, Barro Local se sentipiensa como
parte de la diversidad cíclica del territorio, buscando recuperar el contacto con la tierra
más cercana y recuperar la memoria del entorno natural y cultural.
MARTIN MEDINA. «Les barro local llegamos a HUMUSIDADES a partir de la invitación que nos hizo Eduardo Molinari y Celeste Medrano. Nos pareció hermosa su propuesta ya que nos proponía compartir la sala con dos colectivos artísticos con los que tenemos una gran afinidad y cercanía.
Nosotres venimos trabajando desde 2017, caminando y habitando los territorios de Buenos Aires que nos arriman a los ríos, los bosques y el barro, habitando sus tensiones territoriales. Nuestro hacer parte de esta primera intención, estar y ser el territorio que queremos habitar juntos a otres humanxs y no humanxs. Las obras que forman parte de la muestra dan cuenta de la diversidad en nuestro hacer, de nuestro trabajo con la tierra en distintos estados y registros.
Decidimos mostrar piezas cerámicas que están horneadas, piezas de barro que no están horneadas y una pintura que realizamos con barro del Riachuelo y pigmentos que preparamos a base de condimentos como el pimentón y la cúrcuma.
En el centro de la instalación que armamos en la sala dispusimos tierra y cuencos que realizamos colectivamente y horneamos a fuego directo. Decidimos que la tierra que íbamos a usar para la instalación debía ser de las profundidades del centro de la ciudad, cercano a la galería, debía ser tierra local. Con esta idea hicimos caminatas los días de montaje, buscando tierra en la ciudad, activando nuestra intención. El último día de montaje encontramos sobre la calle mitre y 9 de julio, sobre la misma vereda de la galería una obra en construcción con un pozo gigante en su centro, nos acercamos a preguntar si podíamos llevar tierra y los obreros amablemente nos brindaron la tierra necesaria para la obra. Esta pequeña acción performática conecta nuestrxs cuerpxs y búsqueda al lugar donde estamos y es la raíz de nuestra práctica artística territorial.»
Mercedes Friquet. «Creo que la convocatoria de Eduardo y Celeste a participar en Humusidades, es una experiencia muy nutritiva para Barro Local. Creo que nos estamos alimentando muy bien con todo lo que está pasando, como buenas lombrices que somos… El concepto «humusidades» me parece que describe muy bien la práctica artística de Barro Local, pero que nunca antes nos lo habíamos planteado de esa forma, así que nos suma un montón. También estar compartiendo esta muestra con las Caudillas del Barro y Proyecto Visitantes, que son dos colectivos que vienen de otros territorios. Somos tres colectivos de territorios diferentes dialogando con nuestras obras en esa sala que queda a pasitos del Congreso, en estos tiempos es algo muy potente también. Un muy buen alimento también para lombrices, porque exponer nuestras obras, sumado al ciclo de charlas y las acciones que cada colectivo presenta en la sala, son un alimento para un futuro. La muestra no es sencillamente ir y ver, sino que en verdad es un compostaje, un alimento para lo que se viene.»
Amarí Carla Gorbalán. «Quisiera agregar que tenemos distintas actividades en Buenos Aires y con otros colectivos. Yo soy descendiente querandí, por lo que está muy presente en los trabajos, todo lo referido con la historia de Buenos Aires. Y por esto hemos hecho actividades en el sitio La Noria, que es el sitio arqueológico y de memoria Querandí, el lugar más antiguo conservado de Buenos Aires.»
