En el marco de la exposición «Cartografía emocional», presentada en agosto de 2024 en el Salón Dorado del Teatro Roma y con curaduría de María Eugenia Díaz de Vivar, entrevistamos a la artista del vidrio Andrea da Ponte.
RC: ¿Cómo se dio «Cartografía emocional» en tu ciudad natal?
ADP: En Avellaneda, Lucía Fariña, de Cultura de Avellaneda, me invitó a exponer porque creía que mi obra representaba a la ciudad a nivel internacional. Nacida en Avellaneda y muy orgullosa de mi ciudad, Lucía me ofreció la oportunidad de exponer en el Salón Dorado del Teatro Roma, una sala hermosa con gran afluencia de público, algo sin comparación en la ciudad.
RC: ¿El Teatro Roma tiene salas para exposiciones?
ADP: Sí, tienen salas hermosas. Esta en particular es una gran sala que, tras la restauración del teatro y la finalización de la fachada, se transformó en un espacio de exposición, en la que nunca se expuso vidrio artístico. Fue una oportunidad maravillosa y original. La difusión fue excelente, con notas en la radio de la universidad y la ciudad, y cobertura en blogs del teatro, cultura y el municipio. La gente visita el teatro y pasa por la sala de exposición.
RC: ¿Tu curadora fue María Eugenia Díaz de Vivar?
ADP: Sí, ella vive en Barcelona y realizó la curaduría desde allí. Fue muy acertada al sugerir que la exposición sería vista por mucha gente no acostumbrada al arte en vidrio. Colocamos una biografía y un texto curatorial en las paredes para aclarar que se trataba de vidrio y no de acrílico o plástico. Me fascina ver cómo la gente descubre detalles ocultos en las obras, y me encantaría ser una mosca para observar sus reacciones.
RC: ¿Y el título de la muestra?
ADP: Fue una elección conjunta con María Eugenia. Mi lenguaje expresivo se relaciona con el espacio, el tiempo, y los lugares a los que pertenecemos y hacia dónde nos dirigimos. Creé una obra llamada «Avellaneda Natal», un mapa de vuelo, con chinches rojas marcando momentos importantes de mi vida y mi familia en Avellaneda. Es sorprendente proyectarse internacionalmente y ser vista en lugares lejanos como Japón. Mi “Técnica de Transferencia Digital Color al Vidrio” publicada en YouTube ha alcanzado más de 10,000 vistas y ha sido destacada por medios internacionales de las Artes del fuego y por la Glass Art Society. La utilizan profesores, alumnos y artistas para transferir imágenes al vidrio y cerámica.
RC: Tu trabajo no tiene descanso…
ADP: Trabajo en varios proyectos, pero mi objetivo inicial siempre fue la docencia. La selección para Corning y la inclusión en el anuario de las 100 mejores piezas de vidrio del mundo fueron logros sorprendentes. Empecé con vidrio en 2012 y en 2019 ya estaba en Corning. Estos logros son fruto de dedicación y trabajo continuo.
RC: Fue mucho todo y muy rápido…
ADP: Participar en Corning y ver cómo se maneja el museo, los estudios, la biblioteca, todo me permitió hacer mucha escultura y popularizar el vidrio en Argentina. En el Salón de Vidrio de Berazategui, ahora se presentan más de 100 personas, y en mi grupo de experimentación tengo alumnos de todo el país y Latinoamérica.
RC: ¿estás trabajando a nivel internacional?
ADP: Ya di clases en Uruguay, tengo alumnos virtuales en Chile. Y por supuesto, cuando viajé a España, dentro del Congreso Iberoamericano de Mujeres, en el 2022, di cursos de transferencia de imagen y estuvimos haciendo casting con la gente allá. Pude soplar en el taller de Ferran Collado e ingresé transferencia de imagen al vidrio en el proceso de soplado, porque la transferencia se aplica a todos los procesos y técnicas de vidrio. El soplador, profesor de Canada, Jean-Simon Trottier fue mi alumno en Espai del Vidre en Barcelona. Di curso ahí, también en CEARCAL – Centro de Formación de Castilla y León donde María Alameda es profesora de Arte en Vidrio-, en Espai del Vidre es de Roser Vox, porque me invitaron a sus espacios a dar los seminarios. Ellos se juntan en un taller específico y soplan, y pasan el día, almuerzan, comparten con colegas. Nos invitaron a las argentinas que habíamos estado allí. El Congreso se hizo en Madrid en el MAVA, Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón, Madrid, España. Luego viajamos a Barcelona. Le propongo a Jean-Simon, hacer el proyecto de poner imagen en el vidrio soplado. En Argentina yo ya lo había hecho eso, en el taller de Guillermo Lastra. Todos nerviosos, porque teníamos cinco generaciones de sopladores mirándonos …. ¡Y la imagen quedó soberbia! ¡y como él tiene mucha más experiencia en soplar piezas de más tamaño, quedó un bolón! La doné a la ACAV, la Asociación Catalana en Vidrio. Y se vendió. Entonces ese dinero quedó para la CAV. Y ellos, por ese gesto y por compartir la técnica y por hacer esa experiencia ante todos, me nombraron socia honorífica de la Asociación Catalana de Vidri. Y ahora también estoy colaborando en la parte docente.
Logramos incluir el vidrio en Casa FOA, convocados por Guillermo Patiño, Mariela De Maio y Pablo Schapira. Y eso fue también una muestra de todo lo que se puede lograr trabajando en comunidad, porque una persona sola no hace nada. Yo puedo aceptar propuestas y proponer, porque sé que no estoy sola, tengo muchas personas cerca, y cuento siempre con el grupo de experimentación. Las piezas que se crean todos los años van elevando el nivel, eso es maravilloso. Va creciendo todo junto y vas dando oportunidades a gente que antes no la tenían porque el común de la gente no accedía a la información de lo que es el vidrio.
RC: ¿todo lo que viene del vidrio es mantenía con mucho secretismo?
ADP: porque se pasaba por la familia y no se contaba. Eso ya bien histórico, es antiguo no compartir. Hoy la vida pasa por otro lado. Hoy se puede dar vuelta al mundo a nivel virtual y saber lo que están haciendo en China, en Japón, en Irlanda. Entonces uno puede utilizar esas posibilidades. Y saber que no por compartir, voy a perder mi identidad.
RC: ¿No patentaste tu técnica?
ADP: No, porque considero que la verdadera patente es “la gente”. Todas las personas que utilizan mi técnica me agradecen y me mencionan. La distribución de la técnica es similar a una patente, pero con un alcance aún mayor. Como docente, creo que limitar la información va en contra de la esencia misma de la enseñanza. Si decides ser docente, debes estar dispuesto a compartir tu conocimiento. La gente me pregunta sobre curvas de temperatura, fórmulas de esmalte, y yo siempre respondo. Es muy gratificante recibir tanto agradecimiento por esa apertura.
RC: ¿Qué es Open Studio?
ADP: Open Studio es un recorrido que organizamos con María Eugenia Díaz de Vivar. Se trata de abrir las puertas de los estudios de vidrio y, en este caso, también de mosaiquismo. Los artistas o profesores reciben al público, ofrecen demostraciones y permiten un acercamiento a las técnicas que están trabajando. Por ejemplo, en La Plata, se visitaron los talleres de la Catedral y el taller de María Paula Farina Ruiz, donde ella habló sobre restauración. En CABA, se incluyeron talleres como el de Eduardo Naveira, especializado en fusión escultórica, y el de Cristina Romero, que trabaja con soplete. Cada día ofrecimos una variedad de alternativas. Dentro de Open Studio, el viernes pasado los visitantes vinieron a Avellaneda, donde pudieron explorar Murvi, el taller de Rubén Fasani, y luego disfrutar de la muestra en el Teatro Roma.
RC: ¿Algo más que quieras agregar?
ADP: Nuestro objetivo es que la comunidad de vidrio continúe creciendo. Lo colaborativo y grupal es valioso y permite elevar el nivel y abrir oportunidades para quienes antes no las tenían. El trabajo en grupo permite un desarrollo individual dentro de un contexto colectivo.
RC: ¿Esto es la reproducción de lo que hiciste previamente en otro ámbito?
ADP: Sí, se trata de hacer docencia y con compromiso. La esencia del docente es el contacto con el otro, sin importar el material que se enseñe. Doy clases en la Escuela de Cerámica de Chascomús, en la Escuela de Cerámica de Mar del Plata, voy a Córdoba asiduamente, la escuela Nº1 de Cerámica de Capital federal, la Catedral de La Plata, jamás me olvido de los espacios públicos. Voy a ir a la Escuela de Cerámica de Avellaneda, porque mi técnica se puede aplicar a la cerámica también, y abre panoramas.
RC: Ojalá lo tuyo lo puedan reproducir otros artistas, ¿no?
ADP: En la ARRANZ de Córdoba y en otros lugares como Salta y Mendoza, ya hay pequeños focos de desarrollo. Mi objetivo siempre ha sido que el vidrio deje de ser considerado el «primo pobre de la cerámica» y que los jóvenes comiencen a valorarlo. En ARRANZ, hay 45 alumnos por año y el interés sigue creciendo.
RC: ¿Proyectos nuevos?
ADP: Actualmente, estoy trabajando en el proyecto “Glass Iris”, con la gente de Murvi para que el vidrio nacional llegue a todo el país. Lo hago de forma gratuita, asegurando que ninguna escuela pública quede sin vidrio. El intercambio y la colaboración son fundamentales para el crecimiento, y mi objetivo es seguir apoyando y expandiendo el campo del vidrio en Argentina y más allá.
RC: Para concluir, ¿qué mensaje te gustaría dejar a los lectores sobre tu trabajo y el arte en vidrio?
ADP: Me gustaría destacar que el arte en vidrio, a pesar de ser a menudo subestimado, tiene un potencial inmenso para expresar ideas y emociones de maneras únicas y sorprendentes. Mi trabajo y mis proyectos están impulsados por la pasión por enseñar y compartir. A través de la docencia y la colaboración, buscamos no solo innovar en técnicas y crear nuevas oportunidades, sino también construir una comunidad que valore y expanda el campo del vidrio.
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