Jornadas del Fuego 2025 en Ciudad de Junín-Buenos Aires

Por Marcelo Fernández Mainardi

Taller de Terras Sigillatas a cargo de Marcelo Fernández Mainardi

Durante los días lunes 6 y martes 7 de octubre de 2025, se desarrollaron en la Ciudad de Junín las Jornadas del Fuego, un encuentro que reunió a artistas, docentes, estudiantes y especialistas en torno al arte cerámico, sus procesos, y el diálogo entre técnica, poética y medio ambiente.

Las actividades se distribuyeron entre charlas, ponencias y talleres prácticos que abarcaron diversas temáticas: desde una charla sobre el uso del horno eléctrico, que abrió el diálogo entre técnica y arte; las cubiertas térreas: terras sigillatas que devolvieron al barro su antigua nobleza; y la alfarería a la carta, que jugó con la forma y la libertad; hasta reflexiones más amplias sobre la problemática ambiental a través de la poética de la artista Rosangela Manzione y la relación entre material e identidad, encendieron la reflexión sobre nuestro vínculo con la naturaleza.

Cada propuesta contó con una destacada participación de estudiantes, quienes se involucraron activamente, demostrando interés y compromiso en cada experiencia. Las aulas se colmaron de energía, curiosidad y espíritu colaborativo.

Entre los disertantes y talleristas se destacaron Rafael Castañeda, Marcelo Mainardi, Agustina Pratti, Martha Harispe, Rosangela Manzione, Sofía López, Guillermo Mañé y Lorena Cámara, entre otros. Asimismo, las visitas a la Imprenta Molar y a la Muestra Vademécum, junto con la charla sobre el laboratorio de fotolibro, ofrecieron un valioso cruce entre lo artesanal y lo contemporáneo, enriqueciendo el enfoque interdisciplinario de las jornadas.

Cada taller —desde el Rollo Tinajero hasta el Laboratorio de Fotolibro— fue un acto de comunión entre lo ancestral y lo contemporáneo.

El clima general fue de aprendizaje compartido y entusiasmo creativo. Cada actividad propició un intercambio genuino de saberes, reafirmando el valor del fuego como elemento simbólico de transformación, unión y creación.

Junín ardió de arte, pero no se consumió: el fuego de esas jornadas quedó encendido en cada mano, en cada idea, en cada obra que aún está por nacer.