En el marco de las actividades que se organizaron por el 8M, Verónica Dillon, participó de la MUJERES EN OBRA/OBRA DE MUJERES, una muestra performática realizada en el Museo del Ladrillo.
AL LÍMITE
Los volcanes erupcionan en oriente y occidente. La tierra late y derrama sus entrañas. Las lluvias torrenciales traen inundaciones que se llevan poblados enteros, la gente es arrastrada por lodazales y ya ni se cuentan cuántos desaparecen. Las sequías con los incendios se encargan del resto, accidentales o provocados por los humanos, nada se salva porque el deshielo de los glaciares aumenta, los mares avanzan y nada permanece en su lugar. La pandemia que no termina, y en medio de los cambios climáticos y la falta de cuidados, se fabrican guerras.
Retomando a Louise Bourgeois en uno de sus textiles bordados, que “el arte cura”, empapo en barro claveles del aire, esos que poseen raíces pequeñas que usan para fijarse en las ramas tomando nutrientes y agua a través de las estructuras de sus hojas, convirtiéndose casi en una lona opaca en especial para los árboles viejos o enfermos. Al proliferar y reproducirse, los cubren por completo dificultándoles crecer y respirar. Y como los humanos, cuando el árbol está débil pueden llegar a morirse.
¿Cuántas veces nos cubren la vida con esa misma lona opaca?
Los claveles del aire pertenecientes a la familia de las bromeliáceas cubiertos en barro y esmaltes pasaron por diferentes temperaturas superiores a los 1090°C – 1200°C y por distintas atmósferas trepados sobre ladrillos que se retorcieron por el fuego. Fundidos y transformarlos casi en hierro, por exceso de calor, metáfora de los cambios climáticos y el desasosiego ante las imágenes de destrucción de la nueva guerra, nos interpelan acerca de la falta de humanidad, ambición de poder y falta de conciencia sobre el medio ambiente.