El 28 y 29 de noviembre de 2025, el taller de Julio Cando «Estudio Cerámico CUARTO C» presentó una muestra con las obras de sus alumnos en Espacio Hornos sin Fronteras.
El taller que coordina en Barracas funciona bajo un principio simple y vital: cada participante trabaja según sus propios intereses. No hay consignas cerradas ni técnicas impuestas. La diversidad de proyectos, ritmos y niveles convive en un mismo espacio, donde Cando acompaña los procesos desde la escucha y la guía personalizada.
“Es un taller abierto para hacer cerámica y relajar. Muchos vienen a distenderse: tengo cuatro médicos del Garrahan que llegan con un estrés enorme. La cerámica les funciona como un descanso”, explica. Cuando alguien no trae una idea, le propone disparadores; cuando la idea ya está, le facilita el desarrollo.
Las edades van desde adolescentes de 14 años hasta alumnos y alumnas de más de 70, lo que refuerza el carácter accesible y afectivo del espacio.
Además de su rol como docente, Cando cuenta con una extensa trayectoria en el campo cerámico, que incluye el primer premio del Salón Nacional y numerosos reconocimientos . Si bien hoy dedica menos tiempo a producir obra propia, reconoce que enseñar sigue siendo su gran motor: “Lo que más me gusta es enseñar”.
Comenzó su historia personal en la Escuela de Cerámica de Avellaneda, a los 15 años y se jubiló a los 50.
“Trabajar de lo que a uno le gusta es una beca”, suele decir. Su taller actual —dos días por semana— le permite seguir activo sin perder el disfrute.
La muestra de Cando ofreció una oportunidad para acercarse a sus formas de enseñar y entender la cerámica como espacio de encuentro, acompañamiento y práctica continua.
Su propuesta dejó en evidencia la vigencia de los talleres abiertos y el valor de los espacios que habilitan procesos personalísimos, accesibles y compartidos dentro del campo cerámico.
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