Varios lectores de esta publicación me han hecho comentarios acerca de mis relatos y generalmente sienten curiosidad por saber cómo me conecto con sus personajes. Por mi parte he podido comprobar que estos personajes nos rodean y algunas personas tienen la capacidad de percibirlos, otros tienen la facilidad (y/o oportunidad) de describirlos y en mi caso particular, es evidente, se dan estas condiciones. Pero no puedo dejar de reconocer que, aparte de todo esto, tengo un imán muy especial que hace que ellos me busquen.
Coincidiendo con esta apreciación, este último verano, me llamó por teléfono una señora con acento español, voz disonante y carcajada fácil y me preguntó cómo era posible que todavía no la había mencionado en alguno de mis relatos!
Me explicó que no era ceramista pero sí muy consultada por los ceramistas en su carácter de vidente especializada. Cuando le pregunté cuál era su especialidad me dijo que la cerámica, por supuesto, y lanzó una carcajada. A continuación me comentó que muchos de los más destacados artistas ceramistas, varios artesanos y hasta algún industrial eran sus clientes. Agregó que, por ética, no podía dar sus nombres pero si preguntaba por ahí me iba a enterar, siguió con otra carcajada y después me informó que además de predecir el resultado del trabajo de los ceramistas también podía mejorar las chances de éxito mediante lo que ella llamaba un “tratamiento aplicado”.
Me preguntó cuanto costaría ser mencionada en algún relato y me ofreció sus servicios en canje. Le aclaré que si quería publicidad tendría que pagar un aviso y pareció molestarse. Me dijo que veía algo negro en mi futuro y que me convendría saberlo, que no perdiera la oportunidad y que ella tenía para mí un “tratamiento aplicado” que resultaría muy efectivo (carcajada).
Al llegar a este punto preferí terminar con esta conversación lo antes posible y cuando lo hice ya había decidido que esta señora jamás sería un personaje de mis relatos.
Tratamiento aplicado
por Julio Gómez - 03/2003