Durante los días 4,5 y 6 de octubre de 2024, en Galería Espacio Cultural Quema la Nave, se presentó la muestra DE RITUALIDADES Y MATERIALIDADES, realizada por los artistas Yami Carlino, Marcela Gonda, Marilú Fernández, Gabriel Komerovsky, Emanuela Russo. Participó como artista invitada Sandra Pérez y la curaduría la realizó Carina Borgogno
La experiencia de la muestra se plantea la reflexión: ¿Qué hace que un objeto se convierta en un vehículo de lo sagrado? ¿Cómo una taza de té puede trascender su función y convertirse en un canal de experiencias rituales? Lxs artistas han explorado el camino del té, creando vajillas que rinden homenaje a una tradición oriental. Cada pieza es un testimonio de un diálogo profundo con los materiales, donde el ritual se hace presente en las ceremonias de té. En el acto de beber té, un gesto cotidiano se transforma en un ritual íntimo. En esta exposición, cinco artistas ofrecen su interpretación de la conexión entre lo espiritual y lo material.
Durante los días de la muestra también se realizó una actividad de introducción al Sumi-e, una técnica de pintura oriental, por Sandra Pérez; y Natalia Miranda, Vanessa Valentim y Romina Silva presentaron una acción performática que explora el simbolismo de los rituales del té.
«Durante más de un año, cinco artistas siguieron un proceso creativo que los llevó a investigar las tradiciones del té en China y Japón. A lo largo de este trayecto, el té se transformó en un medio para explorar la relación entre lo material y lo espiritual, convirtiendo cada encuentro en un espacio de reflexión y diálogo.
Inspiradxs por la noción de «hacer mundo» propuesta por Maurice Merleau-Ponty (1945), lxs artistas abordaron la creación no solo como un devenir estético, sino como una forma de dar sentido y estructura a su entorno. «Hacer mundo» implica integrar el cuerpo y su contexto, donde la experiencia sensorial y el acto creativo se entrelazan para construir una
realidad compartida, un nuevo mapa.
Cada objeto exhibido trasciende su función utilitaria para convertirse en un testimonio del diálogo entre lo físico y lo cultural. La exposición De Rituales y Materialidades: Nuestros Caminos de Té invita a lxs espectadores a experimentar este cruce entre lo cotidiano y lo sagrado.
Al calor del té infusionado, entre conversaciones y catas, lxs artistas desarrollaron piezas que encapsulan la esencia de la práctica. Desde las primeras sesiones de gong fu cha hasta el batido del matcha, cada movimiento se transformó en una danza que fusionaba lo íntimo con lo colectivo. Estos rituales no fueron simples procedimientos, sino prácticas que acompañaron un proceso donde las manos que moldean la arcilla y las que preparan el té
compartieron un mismo ritmo.
Cada pieza exhibida contiene y atesora un momento sagrado, donde lo transitorio se encuentra con lo eterno. El vapor que se eleva desde un cuenco, el aroma envolvente de las hebras en un gaiwan y el calor que emana de la cerámica crean un escenario que interrumpe la velocidad del presente. ¿Cómo puede un objeto tan simple convertirse en un vehículo para lo sagrado? ¿Qué convierte un acto cotidiano en una experiencia ritual? La respuesta radica en el corazón del ritual. Como plantea Víctor Turner (1969), el ritual ocurre dentro de lo que él denomina un espacio de ‘liminalidad’, un estado transitorio donde se suspenden las normas y estructuras sociales, abriendo la puerta a lo trascendental. Así surge la ‘communitas’, una experiencia de comunidad genuina que trasciende jerarquías, conectando a los individuos de manera igualitaria y auténtica.
Del mismo modo, los encuentros generaron un tiempo fuera del tiempo, atravesados por las estaciones y en un habitar flexible, donde las hebras y las hierbas acompañaron las mutaciones en un silencio amable.»
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