ENTREVISTA A JULIO GÓMEZ

Por Cecilia Novinic - Agosto 2021

En el marco de esta serie de entrevistas, esta vez la realizamos a Julio Gómez, mi socio, por considerarlo un referente y una voz autorizada por su extensa experiencia. Considero importante difundir su trayectoria (para muchos desconocida) y también que nos comparta cómo está viviendo estos tiempos tan especiales.
Así nos relata Julio, editor de esta revista:

Nací en la ciudad de Buenos Aires el año 1935. Al finalizar los estudios primarios ingresé al Instituto Politécnico Superior «Otto Krause» y 6 años después egresé con el título de Técnico Químico Industrial, era el año 1954 y en esa época, a los 20 años, había que cumplir con el Servicio militar obligatorio, para aprovechar ese tiempo muerto la Escuela «Otto Krause» ofrecía a sus egresados cursos de Posgrado en diversas disciplinas y a mí me interesaba el de Cerámica industrial donde me registré para cursarlo, no tuve suerte porque en esa especialidad había muy pocos interesados y finalmente fue suspendido, de las otras disciplinas ofrecidas pude cursar, durante un año, «Redacción Técnica» y no me arrepiento de ello porque en algún momento me resultó de especial utilidad. Recién en el año 1967, 12 años después de graduarme como Técnico químico, me relacioné con la cerámica, un amigo, Eduardo Levy, egresado de Bellas Artes y también ceramista me había interesado en el tema de los esmaltes cerámicos, tipo artísticos, que en esa época eran escasos y de elevado precio. En mis primeros pasos pude conseguir algunos materiales básicos  y un pequeño horno con los cuales comencé a experimentar, al mismo tiempo me dediqué a visitar a los proveedores de insumos más conocidos, en esa etapa comenzó mi trayectoria en la cerámica y con un golpe de suerte…! lo tuve  cuando fui a conocer la fábrica de esmaltes y pigmentos cerámicos (CROMAT S.A.)  y me encontré con que uno de sus propietarios era Alberto Alfano, ex compañero de la Escuela «Otto Krause» y muy amigo mío. Cuando les expliqué cual era mi proyecto me ofrecieron la distribución minorista de los productos de su fabricación, tuve que decirles que era poco menos que un aprendiz y por tal motivo me invitaron a realizar un período de capacitación en su fábrica y laboratorio, como resultado de esta oportunidad  a los pocos meses ya me había convertido en un «técnico químico ceramista» …!
A mediados de 1968, en mi viejo local de la calle Lezica, comencé con la tarea de distribuidor y la cercanía con la Escuela de Cerámica Nº1 (Bulnes) me permitió, en poco tiempo, conseguir una creciente clientela. Después, en el año 1970, decidí mudarme a la zona de Pacífico que en esa época era el epicentro comercial de la cerámica, la decisión fue muy acertada y la clientela se fue multiplicando. Dos años más tarde el crecimiento del negocio me fue superando y me obligaba a resignar las tareas técnicas que más me interesaban, finalmente opté por vender mi parte de la empresa y me dediqué al desarrollo, producción y venta de esmaltes para revestimientos artesanales, fue una etapa exitosa y gratificante, pero después de un cierto período las fábricas de esmaltes más importantes fueron descubriendo el negocio y comenzaron a copiarme hasta dejarme fuera de competencia, me dí cuenta que tenía que intentar otro cambio y fui aplicando la experiencia acumulada para desarrollar otro tipo de productos destinados a las fábricas de vajilla cerámica tipo artesanal que de la mano de los modelos importados fueron imponiendo la moda, después una fuerte devaluación limitó el ingreso de lo importado y se fortaleció la producción nacional, a partir de ello tuve cada vez más trabajo que fui alternando con asesorías y/o dirección técnica de diversas fábricas de vajillas, fueron varios años en esas tareas hasta que en 1980 reinicié mis actividades como proveedor minorista, me instalé en el barrio de Palermo Viejo, en la calle Humboldt y Costa Rica, desde donde fui recuperando  a mis anteriores clientes: talleres de artesanías, Arte Cerámico, enseñanza y pequeñas fábricas, sin dejar de atender a fábricas de vajilla cerámica más importantes, los nuevos requerimientos me permitieron, en parte, volver al desarrollo e investigación de nuevos productos, fue la época de los pigmentos en pasta, los esmaltes reactivos y los jaspeados que marcaron la moda de ese momento. Después, a partir de los años 90, comenzaron a editarse varias revistas dedicadas a la cerámica, en varias de las cuales fui convocado como colaborador, asesor técnico y/o editor especializado, tareas que me interesaron mucho y me motivaron para encarar mi propia publicación. En el medio hubo diversos movimientos económicos que no podía afrontar y me obligaron, en 1993, a transferir mi negocio a la firma CRECER que así inauguró su Dto. Artístico que un poco más de un año siguió bajo mi dirección técnica. Paralelamente me dediqué al desarrollo y producción de esmaltes y aditivos para vitrofusión, alternando con tareas de asesor y/o director técnico de importantes fábricas de vajillas cerámicas (Carstens, Ancers, entre otras). A fines de los años 90, en medio de una crisis económica cada día más acentuada, comencé a preparar la publicación de mi «REVISTA CERAMICA», la entendí como algo necesario, una herramienta útil para enfrentar los problemas que tenían que superar nuestros ceramistas y no me equivoqué, en el mes de mayo de 1999 pude editar el Nº 1 que siguió publicándose sin interrupciones, durante 10 años en papel , y desde el año 2009 hasta la fecha en su versión digital (por internet) Leer Historia 
Más tarde, la transición entre los siglos 20 y 21 fue bastante traumática, pero a partir del cambio de gobierno y la aplicación de favorables medidas económicas la actividad fue recuperando vitalidad y los ceramistas también… En ese momento, ya especializado en materiales para vitrofusión, tuve una de las etapas más estables que yo recuerde, esto me permitió ganar dinero, ahorrar y al mismo tiempo apuntalar el desarrollo de la “Revista Cerámica” hasta lograr su afianzamiento y estabilidad, esto fue muy bueno para mí y también para los anunciantes que pudieron valorar los réditos de su inversión, todavía me siento gratificado cuando me lo recuerdan… pero, como siempre nos ocurre, volvimos a ver la destrucción de nuestra economía y vuelta a empezar, esta vez con el agravante de la pandemia… muchas veces me pregunté cómo hubiera sido todo sin nuestras crisis recurrentes … ahora me pregunto: algo volverá a ser como era antes…?  
En esta etapa de mi vida estoy tratando de recuperar algunos proyectos olvidados, además quisiera desprenderme de los materiales y equipamiento que ya no utilizo y esperar que  podamos superar estas circunstancias que todos estamos sufriendo.

INFORMACION COMPLEMENTARIA

Actividades docentes:
Mi primera actividad docente, en el año 1969, fue el dictado de un curso sobre “Tecnología cerámica básica” dirigido a un grupo de egresados de la Escuela de Cerámica Nº1(Bulnes) quienes me lo habían solicitado. El resultado fue aceptable, pero puedo considerar que hoy sería mucho mejor.
Después de 1970,yá habiendo mudado Ceramikería al barrio de Pacífico (Godoy Cruz entre Charcas y Güemes) estuve dictando, de lunes a sábados, una serie de cursos sobre “Esmaltes cerámicos y recursos decorativos” dirigidos a nuestros clientes.
Después de mi etapa en Ceramikería continué dictando cursos en talleres particulares, siempre por invitación. A partir del año 1980 yá instalado en mi local de la calle Humboldt (Palermo Viejo) decidí ampliar el tiempo dedicado a la docencia, de esa época recuerdo especialmente la invitación que recibí del profesor Elio Ortíz, Director de la Escuela de Cerámica de la Universidad de Cuyo, Pcia. de Mendoza, para dictar un curso sobre “Esmaltes y Pigmentos para cerámica” dirigido a profesores y alumnos del último año de la carrera, este curso duraba una semana, de lunes a viernes, y me quedaban las tardes libres por lo cual pude aceptar una invitación de la Asociación de Ceramistas del Oeste (ACO) para dictar otro curso, orientado a la cerámica de taller, con la participación  de algo más de 200 ceramistas provenientes de Mendoza, San Juan y San Luis. Para mí fueron dos experiencias inolvidables.
En el plano local recuerdo haber instalado un espacio diseñado para realizar demostraciones prácticas de técnicas decorativas y destinado a la difusión y promoción de los nuevos productos que había ido desarrollando durante mis años de trabajo en diversas fábricas de vajilla cerámica (estilo artesanal). A continuación, solicitado por los participantes invitados, realizamos cursos de capacitación y perfeccionamiento con maestros decoradores  de primer nivel. Esta fue una actividad sumamente gratificante y me permitió obtener un rédito muy importante. Estas mismas actividades las fui replicando en varias escuelas oficiales en ocasiones de ser invitado. Hoy, cuando intento hacer un resumen de la cantidad de éstas actividades, cursos, seminarios, demostraciones prácticas, artículos publicados, charlas y conferencias, realizados durante los últimos 50 años en las diversas instituciones de nuestro país llego a darme cuenta que es una tarea prácticamente imposible…

Actividades editoriales
A mediados de los años 70 me inicié publicando una serie de “Hojas técnicas” relativas a los productos que comercializaba siendo, probablemente, las primeras dirigidas al mercado minorista y esto me valió para que muchos de mis clientes me pidieran que escribiera algún manual, todavía lo tengo pendiente…Para esa tarea me resultó muy útil haber realizado, en la Escuela Otto Krause, un curso de posgrado sobre “Redacción técnica”.
A partir de los años 90 fueron apareciendo varias publicaciones (revistas) dirigidas a la cerámica artesanal y artística. Desde el año 1992 colaboré publicando Artículos técnicos en la revista “Cerámica-Arte y técnica” y después de interrumpirse su publicación, en el año 1994, me hice cargo de la dirección técnica de la revista “Nueva cerámica”, donde permanecí durante los primeros 10 números publicados (1997) y ya a partir del año 1999 decidí emprender mi propia publicación, la Revista Cerámica de Argentina, que prosigue, en forma ininterrumpida hasta el día de hoy . Ver Historia Revista.
En el año 2005, en ocasión de un viaje a Madrid, me relacioné con Antonio Vivas, colega editor de la Revista Cerámica Internacional (de España) quien me solicitó autorización para publicar una serie de mis “Relatos” sobre ceramistas (VER: HISTORIA DE MIS RELATOS) que le habían gustado mucho y que finalmente fueron publicados en su revista (selección de 10 relatos).
Durante el año 2006, escribí y publiqué mi libro titulado “Falsa Información” desde donde he podido desarrollar mis críticas hacia lo que se me ocurrió llamar “fraudes editoriales”, hoy, a 15 años de su publicación, no he recibido ninguna objeción técnica acerca de su polémico contenido y esto me asegura que desde ese punto de vista ha sido positivamente valorado. Actualmente prosigo con esa temática en la serie de artículos “Falsa Información en las redes sociales” que se pueden leer en Revista Cerámica de Argentina (link a sección FALSA INFORMACION). Leer
En algún momento también escribí una novela corta, para ceramistas, titulada “Ñapiratunga” pero hasta ahora no me atreví a publicarla, lo sigo pensando…

Tareas de investigación
Después del período de capacitación y aprendizaje, realizado en el año 1968 en la fábrica de esmaltes y pigmentos cerámicos «Cromat S.A.» me dediqué a la distribución de sus productos y al mismo tiempo comencé una etapa de investigación sobre esmaltes cerámicos para uso artístico y/o artesanal, un año después ya tenía desarrollada una línea propia que fui comercializando en Ceramikería.  En aquella época no había mucha oferta de este tipo de esmaltes y los míos tuvieron muy buena aceptación. Alrededor del año 1972 algunos ceramistas incursionaron en el esmaltado de vidrio plano que utilizaban para el armado de diferentes modelos, combinando el vidrio con cerámica, hierro y/o madera,  con la experiencia que ya tenía no me fue difícil desarrollar estos esmaltes siendo, posiblemente, uno de los pocos fabricantes en ese tiempo.
Después de retirarme de Ceramikería, en el año 1974, seguí investigando esmaltes y decoración para la producción de revestimientos cerámicos murales que fui fabricando, y vendiendo, durante varios años. En los años anteriores habían ingresado a nuestro país gran cantidad de revestimientos importados, principalmente de Italia, de los cuales había desarrollado productos para imitarlos, cuando se encareció la importación los productores locales tuvieron mucha demanda y por consiguiente yo también, pero cuando las fábricas más importantes descubrieron el negocio fui quedando fuera de competencia, estudiando el mercado de la cerámica pude observar que los fabricantes de vajilla cerámica tenían bastante oferta de esmaltes y pigmentos industriales y en ellos basaban su producción, pero cuando se importaba vajilla cerámica se fueron poniendo de moda algunos modelos de características artesanales lo que me motivó a investigar las técnicas e insumos necesarios para replicarlos. Fue una gran ayuda para mí que la fábrica DECORAMIK S.R.L. me había contratado como asesor técnico y desde allí pude intensificar mis investigaciones sobre el tema, esmaltes jaspeados, decoraciones con esmaltes y pigmentos reactivos fueron las novedades de la época y un éxito comercial, cuando DECORAMIK pudo exportar su vajilla a Alemania me ofrecieron la dirección técnica de la fábrica pero no me interesó mucho porque tenía que resignar tareas de investigación que ya tenían un período de desarrollo, finalmente llegamos a un acuerdo donde me hacía cargo de la dirección técnica a cambio de poder utilizar  las instalaciones de la fábrica para mis trabajos personales, de esa manera pude contar con una dotación de 40 operarios especializados, 6 de los cuales eran experimentados decoradores, y los hornos que se encendían continuamente y todo el resto del equipamiento, probablemente el «laboratorio» más grande de nuestro país y todo eso me sirvió para desarrollar una cantidad de experiencias que no hubiera podido realizar de otra manera…! Fueron varios años de investigar sin interrupciones  y disponiendo de todos los recursos necesarios…una etapa irrepetible… pero no hay nada que dure para siempre, DECORAMIK, que después pasó a llamarse «DECOCERAMICA», entró en una etapa de irregularidades administrativas que la fueron debilitando hasta que finalmente se produjo su liquidación.
Desde mis comienzos en Ceramikería tuve como clientes a artistas ceramistas que utilizaban mis esmaltes y siempre me interesaron, especialmente, sus trabajos. A principios de los años 70 se comenzó a hablar de la cerámica Raku, sobre todo de su versión occidental, y después de haber leído alguna información en la revista inglesa «Ceramic Review» intenté algunas experiencias pero en un principio no me interesó mucho, después de esto la cerámica Raku comenzó a difundirse en nuestro medio de la mano de Rafael Martín quien la había conocido en un viaje a los Estados Unidos, en el taller de Mireya Baglieto se dictaron varios cursos y se vieron algunas obras muy destacadas, a partir de esta situación el tema volvió a interesarme y lo estuve investigando, y desarrollando, durante algo más de 6 años, en el año 1976 la crítica de arte y directora de la galería de arte de la editorial Atlántida, Rosa Faccaro, me invitó a exponer algunas piezas que había visto en mi taller, para mí eran solamente ensayos pero a ella le habían gustado mucho y finalmente se expusieron, siendo esta muestra de cerámica Raku una de las primeras realizadas en el país, después tuve otras invitaciones y participé en varias ocasiones trabajando en equipo con Mabel Santos y alguna otra con Mariela Queraltó. Estas muestras fueron muy visitadas y por tal motivo el Centro Argentino de Arte Cerámico (CAAC) me convocó para presentar algunos audiovisuales y conferencias  sobre la cerámica Raku, a raíz de toda esta movida varios importantes artistas ceramistas solicitaron mi asesoramiento y tengo un especial recuerdo del Maestro escultor Mariano Pagés con quien colaboré durante un par de años, en todo ese período pude desarrollar esmaltes, diseñar hornos y accesorios y técnicas complementarias para esta muy interesante modalidad cerámica. También dicté cursos y realicé numerosas demostraciones, algunas filmadas para la TV. En la actualidad puedo observar que la cerámica Raku (estilo occidental) se ha popularizado mucho y considero que en sus comienzos he ayudado bastante para que esto suceda.

Pastas cerámicas
Para todas las investigaciones,  detalladas anteriormente, sobre esmaltes y/o decoración fui investigando al mismo tiempo la composición, y usos, de las diferentes pastas sobre las que se aplicaban, las comerciales disponibles, las de formulación propia y las nuevas variedades desarrolladas en función de las características solicitadas (para fuego directo, Raku, etc.). Mi relación más directa, en esa época, fue con la fábrica «Arcillas Chilavert» de la cual era distribuidor, asesor técnico de sus clientes y consultor técnico en viajes comerciales a Brasil, también desarrollé para ellos pastas para cerámica Raku (hoy todavía en venta) y » Pasta piedra», sin horno, para modelado artístico.
Durante más de 15 años como director técnico de la fábrica de vajilla cerámica «DECORAMIK» tuve la oportunidad de investigar la composición de pastas cerámicas, tipo calcáreas, para compatibilizar su uso con esmaltes y/o decoración de cono 05 (1040º C), este trabajo normalizó la producción y permitió combinar bizcochos y esmaltes en una misma horneada, en ocasiones mediante monococción lo que permitió reducir los costos de producción y facilitó la posibilidad de exportar (a Brasil y a Alemania) con buenos precios y una calidad no común en este tipo de cerámica. Todavía tengo para mi uso personal piezas de esa vajilla que después de más de 40 años se la ve muy bien…
Durante la década de los 90 estuve investigando el esmaltado y decoración de macetas de barro a escala industrial, en la fabrica DECORAMIK se instaló un sector especial para este trabajo y durante un tiempo la producción pudo competir con macetas importadas de Italia y Alemania y se exportaron a Brasil.

Vitrofusión 
En períodos anteriores (1972/1986) había desarrollado esmaltes para vidrios siguiendo algunas tendencias de la época pero recién, a partir de los años 2000, me dediqué a la investigación de las técnicas de vitrofusión y pude desarrollar esmaltes de diversas características (transparentes, translúcidos, cubritivos, brillantes, perlados, mates, para superficies, entre vidrios y fondos y también productos devitrificantes térmicos, lustres sin reducción y varios más) todos materiales que estuve produciendo y comercializando durante varios años.

Pátinas químicas
En esa misma época pude ir completando la investigación que tenía pendiente sobre el tema de «Pátinas químicas» a las que considero parte de la cerámica del futuro, por ahora solamente he ido ofreciendo demostraciones en diferentes espacios y he escrito algunos artículos de divulgación. Ver nota.

Comentarios
Cuando hablo de investigaciones no me refiero al hecho de haber realizado algunas pocas pruebas sino al estudio sistemático, durante períodos más o menos prolongados, de los temas propuestos. Me parece importante establecer estas diferencias porque el resultado obtenido tiene un valor más permanente.

Período de pandemia
Cuando se declaró oficialmente el estado de emergencia sanitaria (pandemia global) no podíamos prever su duración real, pero en mi caso particular no varió mayormente mi rutina, siempre me motivó la posibilidad de seguir investigando todo lo relativo a la cerámica y especialmente sobre aquellos temas que tenía pendientes, revisando viejos apuntes los fui recordando y entre ellos pude rescatar algunos que considero más interesantes: Vehículos activados, Geopolímeros y mi preferido «un recubrimiento cerámico, multipropósito, que se pueda utilizar en todo tipo de técnicas y cuyo desarrollo tengo bastante avanzado.