PITIMARUGA

por Julio Gómez - 02/2015

Seguramente algunos de ustedes, los más veteranos, habrán escuchado la expresión Pitimaruga así como la he escuchado yo, de mis parientes y allegados, durante mi niñez y parte de mi adolescencia. Según recuerdo era una expresión de uso corriente y bastante popular, por lo menos eso creo, pero después, paulatinamente, se fue diluyendo su uso hasta caer en el olvido. Lo que nunca supe, y aún hoy ignoro, es lo relativo a su orígen y significado, estuve consultando con amigos de aquella época y ninguno ni siquiera la recuerda, también la he rastreado por los buscadores de Internet y tampoco aparece ninguna referencia, a veces llegué a pensar que fue solamente un sueño o una fantasía pero después recuerdo, nítidamente, como era utilizada y quienes la utilizaban, de esto estoy muy seguro. Lo que también recuerdo era que a veces se decía Pitimaruga y otras veces se separaba en Piti Maruga y según la entonación con que era pronunciada sugería admiración, o algun calificativo, una advertencia o una reprimenda aunque otras veces otras cosas. En una oportunidad la madre de un amigo de mi barrio le dijo, delante mío, que por momentos yo le recordaba a Piti Maruga y esto me hizo pensar que se refería a alguna persona de nombre, o apodo, Piti y apellido Maruga pero esto sucedió solamente esa vez y después nunca volvió a ocurrir. Ya pasaron muchos años, demasiados para mi gusto, y nunca más volví a interesarme por este tema. No hace mucho tiempo me escribió una ceramista que me invitaba a su taller para que conociera su obra y también para hacerme algunas consultas, antes de esto yo no la conocía ni de nombre pero me agradó su estilo franco y directo por lo que acepté su invitación. Cuando llegué a su taller me encontré con una señora bastante mayor de lo que había supuesto pero con el entusiasmo propio de alguien mucho más joven, a continuación me explicó que durante muchos años fue realizando su obra pero nunca la había expuesto y ahora había cambiado de actitud motivada por una frase mía que había leído en el prólogo de mi libro Falsa información donde decía ……si no lo hago ahora, que todavía soy viejo, después va a ser más difícil………Me sentí halagado por su comentario y la alenté a exponer sus piezas que por otro lado me parecieron muy buenas, me comentó que lo haría con una de sus piezas favoritas pero que no atinaba a ponerle un título que reflejara el espíritu de la obra y me dijo que le sería muy útil mi ayuda al respecto, cuando me mostró la pieza a la que se refería no pude evitar exclamar ¡Pitimaruga! y al oirlo su rostro se transformó, sus ojos brillaron de una manera increíble y muy emocionada me confesó que siempre había pensado en ese nombre pero nunca se había atrevido.