INFORMACION 2

por Julio Gómez - 03/2012

A fines de Febrero, de este año 2012, recibí un mail de la hija de Heriberto Saldívar ( Ver relato » INFORMACION » de Octubre de 2011 ), en el mismo se disculpaba por su súbito «exilio» y me explicaba las razones del mismo, me comentaba que el mismo día que la había contactado en su domicilio recibió, al anochecer, la visita de dos individuos que intentaron averiguar por que motivo yo la había ido a ver. Los modales desagradables, e imperativos, de estas personas la pusieron a la defensiva y solamente les dijo que yo había ido a ver a su padre, sin saber que había fallecido, y que ella desconocía el motivo de mi visita. Los individuos le dijeron que no volviera a recibirme y también que iba a estar continuamente vigilada. Esta situación le produjo un fuerte temor y al otro día concurrió a aceptar, y concretar, la venta de la vieja casona familiar a una empresa constructora que, anteriormente, les había hecho una interesante oferta. En cuanto se concretó esta operación sacó pasajes y viajo para reunirse con sus hermanos en el exterior del país. Ahora,después de un tiempo prudencial, me informa de la situación y me recomienda, enfáticamente, que tenga mucho cuidado. También me comentó que su padre siempre hablaba de los » oscuros intereses» que descubrió mientras investigaba y que no habían sido tomados seriamente por su familia. Ahora, a la luz de los acontecimientos, su opinión había cambiado y estaba segura de que algo realmente peligroso había detrás de todo esto. A continuación me aclaró que, por precaución,no volvería a comunicarse e insistió en que estuviera muy prevenido.
Después de más de 40 años de desempeñarme en el ámbito de la cerámica, y Artes del fuego, me resisto a creer que realmente existan estos intereses, y peligros, de los cuales me previene la hija de Saldívar pero tampoco creo que no haya ocurrido nada y que este asunto sea, solamente, el relato de una mitómana. Creo que es importante comentarles que desde que recibí su último mensaje vengo notando que ya no duermo tan tranquilo como antes.