MARIA FLORENCIA SABATINI

María Florencia Sabatini , con su proyecto en @ceramicamariaflor ,  hace tres años que esta viajando por Argentina y así fue como llegó al Barro Calchaquí, desde Chubut hasta Salta, para participar.

«Nací en La Plata, me formé en Artes Visuales, primero en el Bachillerato de Bellas Artes y después en el Profesorado en Artes Plásticas con orientación en Cerámica en La Universidad Nacional de La Plata. Además participo siempre que puedo en talleres particulares presenciales o virtuales para seguir aprendiendo, porque este oficio hermoso es súper amplio y siempre aparece algo nuevo para incorporar.
Con mi compañero nos mudamos a una casita rodante que armamos nosotros mismos. En la casita tengo un espacio de taller (escritorio, estantes, cajones y cajoncitos) donde tengo todas las herramientas y materiales.

Mi producción es mayormente joyería en porcelana que combino con orfebreria para los engastes y el diseño de las piezas. Tanto las herramientas como los materiales para porcelana y orfebrería los tengo en mi casita-taller: hornito de alta de 10lt, esmaltes, materias primas, material de carga del horno, soplete, metal en chapa, soldadura, pinzas, minitorno para joyería, estecas, etc.
Además ofrezco talleres intensivos de técnicas de grabado aplicadas a la cerámica como son la serigrafía, las transferencias y la fotocerámica. Los organizo con ceramistas locales de los lugares que visito.
Producir en el espacio reducido de mi casa rodante que tiene 2m x 8m, me ayuda a organizarme para que pueda trabajar y disfrutar, abrir la puerta y tener un patio distinto cada vez  vale mucho en este momento de mi vida. El compartir con la gente que me recibe , a donde voy a dar talleres, es una energía que me renueva y amplía el amor por el barro y su gente. Horneo en los talleres que visito (enchufando mi hornito o alquilando), siempre aparecen ceramistas dispuest@s a ayudarme. Horneo aprox. una vez por mes mis piezas  no superan  los 3cm2, y en una horneada me entran mucha cantidad. Adaptar el formato de producción de modo que me rinda económicamente creo que fue el desafío más grande de vivir y producir en la casa rodante.

Este encuentro en Barro Calchaquí superó todas mis expectativas. La calidez de la gente y el compartir con tantos colegas fue super enriquecedor. No solamente la diversidad de técnicas de trabajo y estilos estéticos, sino también observar cómo se nota en cada obra, de dónde venimos (de la ciudad o ámbitos más rurales). Al estar viajando me fascina cómo se plasma -conscientemente o no- el territorio en la producción de cada un@.
Conocí por fin mucha gente con la que nos seguíamos en redes sociales y la oportunidad de compartir en persona fue alucinante. Entre otr@s much@s a Graciela Olio con todo su equipo de trabajo, para mí ella es como una rockstar!»