OPINIONES Y OTRAS COSAS…

por Julio Gómez - 10/2014

En este año 2014 se cumplen 15 años desde el Nº 1 de Revista Cerámica (En papel), en el año 2006 iniciamos, en Internet, nuestro sitio web y en 2009 se publicó el último número en papel (Nº 40) cumpliendo 10 años de publicación ininterrumpida y dando lugar a su versión digital con la que seguimos hasta la fecha (www.revistaceramica.com.ar). Desde aquel Nº 1 (año 1999) hemos ido recibiendo muchas opiniones, casi todas buenas (99 %), y estamos muy agradecidos a nuestros lectores por su reconocimiento, pero como siempre ocurre hay excepciones y llama la atención que estas son las que más se recuerdan. Cuando, durante el año 1998, recurrí a mis conocidos para conseguir su publicidad en mi futura revista tuve bastantes adhesiones pero un conocido proveedor de nuestro medio, hoy ya fuera de circuito, me dijo que no iba a apoyar mi proyecto por que en su opinión solamente servía » para avivar giles » (sic) y tuve que explicarle que mi tarea era precisamente esa : «avivar giles», algún tiempo después, al darse cuenta de que se estaba quedando afuera, reconsideró su negativa y se sumó a nuestros anunciantes. Después de esto, en Julio de 2002, al publicarse el Nº 12 un supuesto amigo (de la cerámica) se mostró muy disgustado por la tapa de ese número y criticó mi preferencia por la difusión de las actividades de nuestra conocida Vilma Villaverde, en ese momento recuerdo haberle sugerido que leyera, en la sección «Protagonistas», (Página 7) una columna donde se fundamentaba el motivo el motivo de lo que el denominaba «preferencia» y le pedí que después de haberla leído me diera su opinión, hoy ya a fines de 2014 sigo esperando su respuesta. Esa misma noche tuve un sueño, no podría llamarlo un mal sueño, relativo a este incidente y donde me veía en un hospital, en compañía de sus familiares, esperando el resultado de una operación de emergencia a la que estaban sometiendo a este conocido ceramista, a continuación aparecía el cirujano y nos comunicaba que la intervención había resultado exitosa y que le habían extirpado un «infantiloma» del tamaño de un osito de peluche, después agregó que solamente había que esperar una buena evolución, si es que la había. Este sueño me sirvió para comprender que el motivo de algunas inesperadas actitudes puede deberse, como en este caso, a causas difíciles de interpretar, esta reflexión me dejó mucho más tranquilo y hoy, después de los 12 años transcurridos, lo sigo estando.
En otra oportunidad, después de un pequeño escándalo originado en la dudosa decisión del jurado en un Salón de cerámica organizado por una conocida escuela, publiqué algunas opiniones enviadas por nuestros lectores con respecto a este incidente, por suerte tuve la prudencia de publicar las menos agresivas y a pesar de ello el Director de dicha escuela se mostró muy disgustado y opinó que yo lo había hecho con la intención de vender más
revistas, no tuve más alternativa que recordarle que Revista Cerámica no se vendía, (siempre fue de distribución gratuita) y que el motivo de su publicación era no silenciar la opinión de algunos lectores, después, durante algún tiempo, me pareció percibir que el Director me miraba de reojo pero creo que ahora ya no.
Tengo en mi memoria algunas otras historias, no muchas, pero prefiero dejarlas para otra oportunidad, lo importante es que en el balance de todas las opiniones la abrumadora mayoría es positiva y las muy pocas negativas solamente tienen un valor anecdótico.